Dice la leyenda que en la noche de San Juan, los humanos pueden llegar al mundo de los duendes y las hadas, donde todos los sueños se hacen realidad.
Según el Observatorio Astronómico Nacional, el verano comienza el sábado 21 de junio a la 12h 51m hora peninsular. Y entrará de la mano de conjuros y sortilegios en la noche mágica de San Juan. Ritos relacionados con el tiempo, la caza o las deidades a las que antaño se honraba como defensoras de la prosperidad. Ésta fiesta, forma parte de nuestra cultura. Es la noche donde el fuego tiene su protagonismo. Y como si fuéramos presa de un sueño común, la llegada del verano con las hogueras crean la fiesta que se vive en los barrios del Calvario y El Acequión. Así se manifiesta el carácter mediterráneo, alegre y acogedor.
No es un sueño hablar en Torrevieja del rito de las Hogueras. Según algunas crónicas, existen noticias que dicen que ya en 1912 se quemaban las primeras Hogueras en la ciudad. La familia Fortipiani, celebraban la fiesta de San Juan, con la quema de trapos y muebles viejos. Se puede decir, que las Hogueras de San Juan es una de las fiestas más antigua en este pueblo. No se trata de algo llegado de lejos, ni pertenece a otros, es sencillamente nuestro. Es la noche de los sueños, el jolgorio y la explosión colorística, que se alterna con el calor en las calles.
Pero antes de llegar a esa noche de hogueras, es necesario poner en pie el monumento con la “Plantá”. Monumento al que podemos dar forma con todo aquello que este año ha castigo a gran parte de la población, y que más tarde arderá en la hoguera, purificándonos de los malos augurios. Comencemos el montaje de la hoguera con esa alegoría de grandes proporciones que ha sido un lastre para los ciudadanos “el desempleo”, un poco más abajo la figura del acosador con forma de entidad financiera o banco; a sus pies la vieja desconfianza de los bancos que repta como serpiente apresando a los ciudadanos. Aquí y allá unos jugadores del mundial, ya que en hogueras todo o casi todo vale; por cierto ¿Qué quemaría usted en la noche de San Juan?
…Pero volviendo a esa noche mágica donde el fuego acaba con lo malo, yo me quedo con el jolgorio y el olor a pólvora. La música confundiendo los sentidos y la tradición heredada posee el sabor del mar que nos identifica con el Levante, por razones geográficas y culturales. Y si es posible, ya que sólo es sueño, que las razones históricas resucite la figura difusa de un genial torrevejense que amó la fiesta, Don Tomas Valcárcel, persona que supo entender que, fiesta y tradición, siempre van unidas. Y si he de despertar, lo haré con los versos de Calderón de la Barca, ya que al fin “los sueños, sueños son”.
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