Dicen los historiadores y antropólogos que las celebraciones que se viven en la calle tienen origen mediterráneo.
Precisamente este año las hogueras y las elecciones se viven en la calle, aprovechando el carácter mediterráneo abierto, alegre, acogedor y creativo; haciendo que se valore y se tenga en muy alta estima aquello que forma parte del pasado, permitiendo que las nuevas generaciones conozcan las raíces de esta tierra. Hablo de las fiestas que forman parte de la cultura y mantienen vivo el espíritu que las rodea. Con todo, hablar de Hogueras en Torrevieja no es hablar de algo ajeno. En el año 1912, la familia Fortipiani en compañía de vecinos celebraba la fiesta de San Juan con la quema de trapos y muebles viejos, siendo institucionalizada como fiesta en 1948. Por lo que se puede decir que las Hogueras es una de las fiestas más antigua de este pueblo.
Y si de fiestas hablamos, esta semana a las Hogueras de San Juan y al verano, le salen competidores como la Eurocopa y las Elecciones. Los candidatos de los principales partidos batallan por lograr los votos suficientes que les den la llave del gobierno. En la primera vuelta los ciudadanos estábamos pendientes de las vacaciones de Navidad, ahora en la segunda, en un rinconcito de Torrevieja se estará pendiente de la “cremá” de la Hoguera; otros estarán pendiente de la Eurocopa; los “chiguitos” finalizando el curso y encima, por si no hubiera suficientes distracciones, a punto de ponerse el bañador para salir de vacaciones. Y teniendo en cuenta la fecha, los más supersticiosos estarán pendiente de los rituales el 23 de junio a las 12 de la noche, aprovechando las energías mágicas de la noche de San Juan. La tradición nos habla de rituales mágicos, y se me ocurre que los amantes al futbol tanto como los políticos (al final todos van por conseguir los mejores resultados) quizás echen mano de alguno de ellos. Ahí van unos ejemplos:
-Para lograr un deseo se pone bajo la almohada una rama de hiedra común y un papel blanco con un mensaje escrito. Antes de dormir encender una vela blanca, dejar que se consuma. Al día siguiente quemar el papel y enterrar todos los elementos bajo tierra para que se realice.
Para quien desee tener sueños proféticos también hay soluciones o ritual. Si se desea conocer lo que está por ocurrir, recoger nueve flores de cualquier clase y colócalas bajo la almohada. Al acostarse, se pide que el sueño revele lo que desees conocer sobre tu futuro, o lo que va a suceder con la España futbolística o política, ambas son importantes. Quizás una más que otra. También se puede pedir un deseo (eso ya cada uno…) solo con poner muérdago bajo la almohada se convertirá hacerlo realidad. Pero ¡Cuidado! solo son rituales que giran en medio de los vapores de esa noche mágica. Yo entre hogueras, verano, la Eurocopa y las Elecciones… me quedo con “El sueño de una noche de verano” de Shakespeare. Allí sí, los sueños, el amor y los disparates, gira en un mundo más real.
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