El poder ha cambiado de pareja de baile. Este es un espectáculo fascinante que se repite con liturgia democrática cada cuatro años y que a veces afecta a unos pocos alcaldes y otras, como vimos el sábado pasado, sucedió en nuestra ciudad y en numerosas ciudades españolas. Las caras de los que se van son siempre taciturnas. Los rostros de los que llegan, refulgen como soles de mayo. La izquierda ha puesto en retirada a la derecha. Para unos, doblan las campanas de un tiempo diferente. Para otros, con años a sus espaldas, tras entornar los ojos con gesto retrospectivo, evocan los vivido en el 79, cuando socialistas y comunistas se hicieron con los principales Ayuntamientos del país. Este podría ser el comienzo de la crónica de lo sucedido. Hoy los que se marchan lo hacen con el convencimiento de haber trabajado por su ciudad con integridad y respeto. Mientras que los que llegan no son aquellos del 79, un PSOE que recibía votos a espuertas, en vísperas de cosechar y dar la mayoría absoluta más rotunda jamás vista en la historia política española a un Felipe González, al que nadie tosía. Hoy nuevos políticos llegan a ocupar los despachos en la Alcaldía.
Por cierto se suele decir que ser el nuevo es en ocasiones una tragedia o una gaita, depende de la persona que ocupa ese fatídico lugar, ya que ser “el nuevo” significa ser el novato, vamos, muy poquita cosa. Por lo que “el nuevo” pasa tan desapercibido para sus compañeros que llega a confundirse con el chico de los recados y se le manda cualquier tarea que el resto no quiere hacer. De todas formas, haga lo que haga “el nuevo” terminará metiendo la pata. Solo que en esta ocasión no hay tanto nuevo como parece. Ni en el rostro de éste o aquel, se refleja la emoción de ser “nuevos” ya que llevan en el lugar algunas décadas. Así que aquí y ahora ser “el nuevo” deja de ser una monserga, para convertirse en una condición que apuesta por ofrece diferentes resultados.
Los nuevos ediles de nuestro ayuntamiento, comienzan su trabajo enfrentándose al realismo de los problemas en sus respectivas concejalías, debiendo dejar a un lado lo de ser “el nuevo” y nada mejor para ello que la visión diáfana del entorno, desde una óptica que les llevará a enfrentarse a esas cientos de voces de siempre…
– ¿Alcalde que hay de lo mío?
Estoy convencida que todos esperamos de “los nuevos” que afronten el reto con decisión y naturalidad, hoy es todo distinto, incluso antagónico. Los Verdes, PSOE, Sueña Torrevieja, seguidos por IU y Aptce, a la grupa de Ciudadanos, cabalgan hacia un horizonte inédito. Sí, la política es así, el poder ha cambiado de pareja de baile.
¿Y ahora, qué?
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Filed under: Actualidad, Cultura |
Sí. Se quejan los que ahora ya no tienen a quién arrimarse con aquello de: “¿y de lo mío, qué? “, esperando que, en su objetivad, Los Nuevos no se olviden de la alta calidad de los que se quedaron -mal qué tanto lo pidieran- sin naá, cuando estaban los viejos, y pedían y pedían, y volvían a pedir … como los peces en el río, solo que todo el año.., cuatro años. (Sin contar los anteriores.)
¡¡ Qué curioso !!