Politizar según el DRAE: se trata de dar orientación o contenido político a acciones o pensamientos, que corrientemente no lo tiene.
Tal como esta el patio electoral y desde ahora hasta dentro de un año, da vértigo pensar que nos movemos en un clima sensible a politizar cuanto hacemos y decimos, los sonidos y las palabras, los comentarios que estas producen y sus ecos, y los ecos de estos ecos. Y esto debido a las elecciones que están y las que vendrán.
Solo que las elecciones Europeas han tenido siempre una serie de problemas que no tienen otras elecciones, el más importante, la mala costumbre de tratar las Europeas como contiendas nacionales de segundo orden. De hecho se utiliza para premiar o castigar al gobierno nacional de turno. Y los votantes no piensan en el llamado “voto útil” sino en dar su apoyo a partidos minoritarios que sacan mejores resultados en estas que en las generales o las locales.
Por otro lado, la realidad nos habla de una sociedad que se mueve en un ambiente donde las creencias e ideas forjan la historia, la ciencia, la religión, incluso al arte; y todo ello hacia la creación del progreso y el futuro. Es difícil señalar en ese entramado cuando comienza el juego de la política, como es igualmente difícil trazar una línea divisoria que separe la persona del político, sea este del color que sea.
A estos últimos se les escucha decir: ¡Mi ideología, mis convicciones, mis ideas! -de la misma forma que se dice- ¡Mi coche, mis zapatos, mi casa! -incluso nos creernos dueños de nuestro entorno cuando decimos -¡Mi pueblo, mi mundo… mi persona!
Aristóteles lo define en una frase: Las ciudades existen por naturaleza; el hombre es por naturaleza, un animal político.
Quizás esto sea cierto y todo gesto o guiño tenga su consecuencia en cualquier gobierno sea Europeo, de la nación o de la más pequeña aldea. Nos movemos entre: ¿Qué soluciones ofrece ante el paro? ¿Qué sucederá con los impuestos, el medio ambiente…? Las palabras son variadas así como la forma, pero únicamente el esfuerzo y el trabajo, consolida la sociedad en la que nos movemos, como cuna del pasado y simiente del futuro.
Nos hallamos en tiempo de elecciones y ésta es la parte del juego político que se encuentra en manos del conjunto de la sociedad. Es labor de nuestro juicio y conciencia, el decidir que individuo dirigirá nuestros destinos en Europa. Y es, precisamente, en estos momentos, cuando el hombre ve al hombre a través de sus palabras, dicho examen llevará, por decisión de la sociedad a la que se ha de servir, al político ante el gobierno del pueblo, que a su vez actuará de político.
El final de la campaña se aproxima, por lo tanto dejo mi reflexión aquí, no sin antes afirmar que en principio mi condición política me lleva a… observar y meditar. Después de todo, y según Aristóteles, cualquier gesto lleva implícito un contenido político.
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