A parte de la lejía o alcohol están surgiendo nuevos métodos para limpiar cualquier rastro del coronavirus. Por ejemplo, cañones que generan ozono a partir del oxígeno del aire o lámparas de luz ultravioleta que desinfectan una habitación.
Nosotros nos vamos a centrar hoy en la Luz ultravioleta, la cual ha demostrado su eficacia contra un amplio espectro de microorganismos, como virus, bacterias y esporas. El proceso es respetuoso con el medio ambiente ya que no hay productos químicos peligrosos o tóxicos
Podemos encontrar en el mercado diferentes ofertas de luz ultravioleta que no debemos de confundir
UVA: tiene la longitud de onda mayor (desde 320 nm hasta 400 nm inclusive),
UV-B: definida como la radiación comprendida entre los 280 y 320 nm
UV-C: es el tipo de radiación ultravioleta que se sitúa en un intervalo de longitudes de onda de 280 a 100 nanómetros
Es en esta última donde se sitúa la acción germicida concretamente en los 253,7nm y es la que debemos de fijarnos a la hora de comprar nuestro foco, además del tipo de lámpara o el encapsulado.
Existe mucha oferta no fiable en páginas de internet, mal denominadas, que etiquetan una luz como otro grupo, y no sirviendo para desinfección, por ejemplo la luz negra de discoteca, por eso hay que prestar especial atención a algunos detalles, que en un próximo artículo desarrollaremos en profundidad para que no nos engañen.
Pero una opción fiable es acudir a personal o empresas especializadas donde resolverán con solvencia la consulta o en tiendas con garantía certificada
Con este sistema conseguimos desinfectar todo lo que la luz alcance, desde una superficie, objetos o incluso el aire, con una buena distribución, con rapidez, en ausencia de productos químicos y pudiendo retomar enseguida la actividad sin necesidad de esperar o tener que ventilar.
Al igual que el Ozono, no se debe de usar en presencia de personas, se debe evitar la exposición de los ojos y de la piel a la fuente de luz, sin protección.
Se deberían de tomar medidas de protección, como cubrir la piel y emplear gafas de protección. Tampoco se debe utilizar la luz UV en ambientes cargados de ozono porque es perjudicial para la salud.
La instalación y el funcionamiento adecuados son esenciales para la seguridad y la aplicación efectiva de este producto.
Generalmente los equipos portátiles son de poca potencia y son directivos. Podemos utilizarlos y dirigir la luz a la superficie concreta que queremos desinfectar sin exponernos a nosotros mismos o a otras personas.
Y los más potentes, se recomiendan instalarlos o conectarlos con dispositivos de control para ajustar tiempos de encendido y que se desconecten cuando se detecta la presencia de una persona.
En resumen, es una forma de desinfección muy eficiente, de bajo coste, limpia y fácil de adaptar a cualquier aplicación, con una duración de más de 8000h y sin prácticamente mantenimiento.
Podemos hacer instalaciones fijas, moviles, autonomas, manuales o completamente automaticas, incluso con conexión a movil o tablet y total control.
Desde Nacho Iluminación disponemos tanto de lámparas UVC como de equipos de Ozono y nos ponemos a vuestra disposición para resolver cualquier duda que os pueda surgir, sin ningún tipo de compromiso.
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