(Comunicado del día 30.11.2016)
Desde la plataforma “Salvemos Lo Ferrís” queremos manifestar ante todo nuestro amor por los peludos y el respeto por toda clase de animales, pero a su vez mostramos nuestro total desacuerdo y rechazo a la consideración de la Cala Ferris dentro del grupo de playas aspirantes para tal fin. Nuestros motivos son varios y la mayoría se basa en una amplia experiencia previa y en hechos contrastables.
En primer lugar, en el reciente verano se difundió una noticia poco contrastada que daba por supuesto que Cala Ferris ya era el emplazamiento final; teniendo la obra del “muro de la vergüenza” en marcha y recién empezada la temporada de baño, supuso una situación de conflicto constante entre vecinos, usuarios y dueños de mascotas.
Esto ocurrió porque la obra dificultó el acceso al entorno -volviéndolo peligroso en muchos casos- y las playas a su vez no pudieron acondicionarse adecuadamente, puesto que los servicios de mantenimiento no podían acceder con normalidad. A todo ello se sumaron problemas en la convivencia con personas con sus mascotas que no tenían muy claras cuáles eran las restricciones y el área donde les estaba permitido el baño con sus mascotas, puesto que no existía ordenanza ni regulación al respecto.
En este contexto de verano tuvieron que convivir muchas personas que no lograron evitar el conflicto, teniendo que recurrir a la mediación de la policía local o las fuerzas del orden en más de un caso.
Ya no es por la imagen de los perros bañándose, sino la energía y la visión de personas faltándose el respeto, tensas y actuando con violencia. Creemos que no merecemos eso con todo lo que estamos viviendo ya en esta zona.
En segundo lugar, queremos destacar el estado de la cala tras las obras. El medio natural destruido, el difícil acceso, la falta de un mantenimiento adecuado y la carencia de una protección específica son cuestiones que mantienen este entorno en una situación de riesgo y exclusión. Consideramos que en el momento actual este paraje está soportando una presión ambiental y social asfixiante, aunque sin perder del todo su majestuosidad y su belleza. Por favor, ayudémosla a recuperarse, salvarla, antes de darle nuevos cometidos que pongan en riesgo su futuro; riesgo que aún se mantiene sobre ella en un alto grado y que estamos trabajando por minimizar.
En tercer lugar, somos todos conocedores del pequeño tamaño de la cala y del reducido espacio de baño: consideramos y sabemos que hay otras opciones que pueden adaptarse y dar mejor servicio a esta finalidad sin generar perjuicio alguno a usuarios con y sin mascotas y a los propios animales que acaban pagando el estrés de los conflictos.
Finalmente, en “Salvemos Lo Ferrís” defendemos un uso público y de carácter variado, donde puedan convivir las diferentes maneras de disfrutar el ocio recreativo y natural; queremos que la tradicional visión paradisiaca de este espacio se traslade al siglo XXI, restaurado, protegido y habilitado para aunar todas las formas humanas y animales en una convivencia respetuosa y natural.
Para eso se tiene que definir la situación legal, económica y natural de este entorno, sentar las bases y establecerlo como área natural protegida, y a partir de ahí establecer los límites y regulaciones sobre las actividades y para la convivencia en este paraje.
Sí a los animales, sí a una zona habilitada para el baño con ellos, pero no más presión y especulación innecesaria sobre Cala Ferris en el momento de mayor vulnerabilidad de su historia.
Por ello, hacemos un llamamiento a la participación en la plataforma, y al uso de la razón empática para poder tener un futuro espacio verde amplio y protegido donde podamos disfrutar todos con respeto y bienestar.
Muchas gracias a todos, seguimos en la lucha.
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es decir, que queréis Lo Ferrís para vosotros solos. Decídlo de una vez y dejáos de tonterías de muros y tal…