La celebración revistió un carácter especial con la bendición de la nueva toca bordada en hilo de Oro por sus camareras
Álbum, pinchando sobre la foto
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La Iglesia de la Inmaculada Concepción, acogió en la tarde de ayer, último domingo de Cuaresma, la Eucaristía de la Cofradía de Cristo Crucificado y María Santísima del Silencio. La misma estuvo oficiada por el párroco Manuel Martínez Rocamora. El acto contó con el fondo musical que pusieron el Coro Parroquial, dirigido por Aurelio Martínez que interpretaron: “Me invocará”, “Ten Piedad Señor”, “En la cruz está la vida”, “Saber que vendrás”, “Tierra firme” y el “Ave María” de Francisco Palazón. Asistieron a la misma el presidente de la Cofradía, Eduardo Aranda Carreño; el Presidente la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa, Ignacio Suárez; así como los capataces del Cristo Crucificado, Jorge Esteve y la de María Santísima del Silencio, Silvia del Oro, además de hermanos mayores, cofrades y devotos. Al término de la Eucaristía se bendijo la “Toca de sobre manto” que ha sido bordada por las camareras de María Santísima del Silencio. Mercedes Mateo y María del Carmen Villalgordo. La misma ha sido bordada en maya con hilo de oro. La Virgen la lucirá por primera vez tras ser bendecida, en su tradicional procesión de Jueves Santo. Procesión que lleva su nombre.
El Cristo Crucificado que lleva colocado sobre su trono desde el pasado viernes al finalizar el Vía Crucis, estuvo expuesto junto al Altar Mayor. Previamente en el templo se continuó celebrando el septenario en honor a la Dolorosa Inmaculada.
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