El autor, Rafael Gil bautista es profesor y director del IES Mare Nostrum, de Torrevieja
Álbum, pinchando sobre la foto
El Auditorio del Palacio de la Música acogió ayer la presentación del libro “Las Minas de Almadén en la Edad Moderna”. Al acto acudió numeroso público entre los que se encontraban el primer teniente de alcalde, Pablo Samper y el gerente del Instituo Municipal de Cultura, Federico Gadea. El autor, Rafael Gil Bautista, ejerce la docencia entre nosotros desde hace más de tres décadas, de hecho, actualmente es profesor y director del IES Mare Nostrum. En esta ocasión nos presenta, ahora ampliada, la segunda parte de su tesis doctoral, que fue leída en la Universidad de Alicante en la primavera de 2012. Si en el mes de enero de 2013 tuvimos ocasión de conocer los entresijos de Almadén, una villa minera relacionada con el azogue a lo largo del siglo XVIII, ahora nos lleva a conocer la mina durante los Tiempos Modernos (desde los albores del siglo XVI hasta las primeras décadas del siglo XIX).
Tras unos primeros capítulos donde hace un estudio bibliográfico de aquellas Reales Minas de mercurio y marca las referencias históricas y geográficas del lugar, pasa a detallar con todo lujo de detalles cómo era el quehacer diario en los pozos mineros, lugar de encuentro de trabajadores y culturas muy distintas.
Posteriormente se centra en todo el proceso productivo, lo que hoy llamaríamos la parte más industrial, con una acertada aproximación a los costes y producción del azogue, (un metal líquido que fue el sostén económico de la monarquía hispánica, pues sin su aportación no llegaba el oro y plata americano a la península); así como a determinados suministros que necesita para el funcionamiento de aquellos cercos mercuriales.
Igualmente profundiza en la metalurgia del azogue, incluyendo una selección de los diferentes tipos de hornos que transformaban el cinabrio en mercurio, aportando no solo la diferente tipología de los mismos, sino cuantificando los costes económicos que suponía su puesta en marcha. Como añadido se incide en la contribución que olleros y alfareros, entre otras muchas ocupaciones, hicieron en aquellas minas.
También hace un estudio amplio sobre el transporte y el comercio del azogue. Presentando los preparativos del viaje hasta las atarazanas de Sevilla, el uso de bueyes y carretas para trasladar tan pesada carga, las rutas que siguieron en su recorrido, las infraestructuras que hubo que levantar para su trasiego y el posterior envío hasta tierras americanas.
Finalmente, además de unas oportunas conclusiones y de unos interesantes índices, nos hace llegar un glosario de términos mineros, del mayor interés. Sobre todo para los profanos en esa materia. Como los acompaña con unos sencillos dibujos la explicación resulta mucho más amena y comprensiva.
En definitiva, un libro bien escrito, que viene a actualizar la bibliografía existente para unas minas que lamentablemente ahora han cerrado sus puertas, pero que en el pasado fueron “la joya de la Corona”, su más “preciada alhaja”, si hacemos caso a las palabras del rey Carlos II.
Esperemos que el lector disfrute de esta obra y de una localidad, Almadén, recientemente nombrada Patrimonio de la Humanidad.
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