Gran parte de los torrevejenses se mostraron ayer conmocionados por el fallecimiento de César Mateo Mateo “Cesarín” a los 74 años de edad. Hijo del querido alcalde y poeta, César Mateo Cid, fue persona muy apreciada por todos aquellos que lo trataron y siempre tuvo un detalle para todos y el permanente, simpático y agradable saludo.
La Iglesia de la Inmaculada se llenó por completo durante su entierro y su posterior conducción hasta la calle San Policarpo, el lugar tradicional de las despedidas de los entierros, fue una auténtica manifestación de duelo y cariño hacia Cesarín. Personas de todos los segmentos sociales de Torrevieja quisieron darle el último adiós y transmitir sus condolencias a sus hermanas, Fina y Amelia, así como a todos sus familiares. También mostraron su consternación los que fueron sus compañeros de trabajo de la Residencia de Pensionístas de la Consellería de Bienestar Social.
La personalidad de César Mateo ha dejado una honda huella entre todos los que le conocieron y su vacío se dejará notar en los lugares que frecuentaba cada mañana, por las calles del centro de Torrevieja, dando a todos su más cariñoso saludo. Descanse en paz.
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