Objetivo Torrevieja

Cuestiona el discurso de la presentadora, Carolina Casado, en las veladas y dice que «se refiere a una ciudad imaginaria»  y considera que el jurado «puede coger el síndrome de Estocolmo» si comparte altura con el público

Francisco Reyes / La Verdad

Domingo Soler, concejal de Alternativa Popular

Tres días después de la finalización del Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía, el portavoz del grupo municipal de Alternativa Popular de Torrevieja, Domingo Soler, hizo su particular valoración del mismo. Entre las muchas cuestiones que abordó se centró sobre todo en la «poca presencia de corales españolas en el certamen» y consideró inapropiado que en la edición de este año tan solo hayan concurrido tres coros nacionales.
Soler señaló que el certamen «debe españolizarse hasta conseguir una presencia al cincuenta por ciento de coros españoles y extranjeros». Además abogó por la recuperación del premio de composición ‘Manuel Parada’ desaparecido hace dos años, al parecer «por falta de obras y calidad de las mismas» que concurrían a esta convocatoria.
El portavoz de Aptce echó en falta en el organigrama del Patronato de Habaneras, la figura de «un relaciones públicas que como antes vaya a los mayores y más importantes certámenes y festivales del mundo para contactar con nuevos coros».
En su valoración sobre la organización dijo que «las cosas se están haciendo estructuralmente mal» y criticó tanto al alcalde como al vicepresidente del patronato, Luis María Pizana, «porque no encuentran el valor cultural que tiene el certamen». Soler también cuestionó el discurso de la presentadora, Carolina Casado, en sus intervenciones de cada velada «que se refiere a una ciudad imaginaria de Torrevieja» y puso en tela de juicio el hecho de que «a Torrevieja vengan equipos deportivos a sus instalaciones tal y como se dijo en una de las veladas». También criticó la posición que ha tenido durante esta edición el jurado, situado sobre un pequeño estrado en su lugar tradicional. Sobre este aspecto dijo que «el jurado no puede estar a la misma altura que el público, porque pueden coger el síndrome de Estocolmo».
Otra de las cuestiones a las que se refirió Domingo Soler en su particular análisis del recién finalizado certamen de habaneras, fue que no hayan sido directamente las cámaras de Televisión Española las que se desplazasen a Torrevieja para grabar las imágenes de la gala final y entrega de premios. Sobre este asunto dijo que había sido una productora la que había desplazado su material para dicho fin. Soler consideró que el certamen ha de asentarse en «cuatro patas fundamentales» como son contar con TVE un año antes de la celebración del certamen; tener una relación directa con el Instituto Cervantes, dado que todas las habaneras se interpretan en castellano; acudir durante el año a las principales embajadas en España para a través de los agregados culturales contactar con nuevas agrupaciones corales y también «alcanzar acuerdos de reciprocidad con la Sociedad General de Autores de España».

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