Cuatro chicas por nombres, Adrea Saiz, Sara Ruiz, Blanca Escobar y María Luisa Tárraga, estudiantes de Arte Dramático en Murcia y unidas por el destino en la Compañís que fundaron hace tres años “TraspasArte Teatro”, ofrecieron anoche en la Cueva de Melpómene una muestra de teatro postmoderno y yo diría que abstracto. La obra cuyo título ya anticipa su contenido “48:4=12 y/o La Enfermedad de Hacerse Grande”, nos trae la desesperación de Sarah Kane para trasladarla a nuestros días, haciendo un recorrido por sus vivencias más profundas, adentrándose en la inocente crueldad anidada en la infancia, en la adolescencia, y en el abismo al que no vemos abocados en el presente. A todo esto lo primero que el guión aconsejava al espectador es consumir un “Flash”. ¡Vamos que el tema se las trae! y estás viendo como cuando las personas se marcan un camino a seguir, siempre hay alguien que no lo acepta y nos trata de imponer sus propias reglas, de las que a veces intentamos renegar. Léase de los padres, profesores o incluso nuestra propia conciencia. Jaime Lorente un actor que pone la imagen al “ordeno y mando” paterno docente”, en forma de pantalla, da un toque que nos recuerda al llamado “teatro del absurdo”. Quizás lo mejor el final en que sin soltar ni una palabra, consiguieron que el público soltara entre medias sonrisas algunas sonoras carcajadas. La compañía tiene entre sus obras realziadas, “By my selfie” y “Dictadiras y yo también”
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