Tirando de Wikipedia, se puede comprobar que, en el año 840 dC, y después de la institución del día de Todos los Santos por el papa Bonifacio IV, se empezó a rendir homenaje a esos Santos, que no suben a los altares, pero que a veces son tan santos o más que algunos, que en su parafernalia, usan espadas, escudos y armas de guerra. Quién me va a negar que mi Madre o la tuya no son Santas por derecho propio. Los ingleses y norteamericanos, que a todo le sacan punta, con tal de coger la «pela», también celebraban su «All Hallow’s Eve» (traducido literalmente: «Víspera de Todos los Santos»), que dejaron reducido al ahora tan celebrado «Halloween». ¡Qué diferencia hay! Mientras nosotros recordamos a los nuestros con respeto, ofreciéndoles flores, oraciones y recuerdos, ellos se ríen de la muerte y la celebran organizando unas fiestas propias del Carnaval, que nuestros jóvenes y niños han adoptado con placidez, y, al grito de «truco o trato» (que ni ellos saben qué quiere decir), «traquean» las puertas, pidiendo caramelos y propinas, y organizando unas fiestas «Nochevejenses» llenas de un tétrico y buen humor. No estoy en desacuerdo con esta nueva forma de celebrarlo, pero también habría que enseñar a nuestros pequeños, futuros ciudadanos, a conservar las tradiciones. Decían mis abuelos que uno no muere mientras no cae en el olvido, y hoy se trata precisamente de ello, de recordarles, en sus mejores momentos. De reunirse en torno a sus lugares de descanso y, como en una conversación de barrio, comentar las anécdotas que ocurrieron mientras estuvieron con nosotros. Hoy es día para acercarse al cementerio y observar cómo seguimos amando y recordando a cuantos nos dejaron. Unos en mausoleos magníficos y artísticamente realizados y otros en los nichos comunes o en los columbarios para cenizas, habilitados para los que eligieron la incineración. Un río interminable de gente asea, adorna con flores las tumbas y hace una oración de agradecimiento a los que se nos fueron. Pasear con serenidad entre los silencios del Camposanto, haciendo visitas a cuantos conocemos. Llegará el momento de rezar el Rosario y oir la Santa Misa en el recuerdo y la memoria,… a los creemos que la vida sigue y más si la memoria del ausente sigue viva, hoy es un día hermoso, … un día para la memoria colectiva de los que se fueron pero siempre estarán entre nosotros.
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Filed under: general | Tagged: cementerio, torevieja |
Preciosoooo!!!1, me ha gustado mucho…