Alfonso Pascual
Después de más de una semana, el domingo 21 de septiembre, las Fiestas Patronales de la localidad burgalesa de Aranda de Duero finalizaban, diez días que han servido de reencuentro para los que nos encontrábamos fuera y volvemos a la tierra que nos vio nacer, y de fiestas y descanso, para los que ya estaban. La jornada comenzó con una Competición de Armas Históricas organizado por el Club de Tiro Alcotanes en el Campo de Tiro de la Calabaza y con la XXVI Regata Nacional de Piragüismo por el Río Duero organizada por el Club Deportivo Espeleoduero, siguiente en el Barriles con el Tradicional Almuerzo Popular, que cuenta con la colaboración de las Asociaciones de Vecinos de los Barrios Allendeduero, Santa Catalina, Polígono Residencial, Zona Centro, La Estación, Ferial Bañuelos y Amigos de Sinovas, y que se realizó a beneficio de Cáritas. A continuación, comenzó el último Desfile de Gigantes y Cabezudos de estas fiestas, que amenizado por la Banda de Dulzaina y Tambores de la Escuela Municipal de Folclore y organizado por la Asociación de Gigantes y Cabezudos, recorría otra vez las calles más céntricas de Aranda de Duero, y que en este día coinciden con la visita de Divertidos Cabezudos y Encierros Infantiles, acompañados por la Charanga Los Segovianos.
Ya por la tarde, dio comienzo la última Corrida de Toros en la que participaron los diestros “El Juli”, “Jiménez Fortes” y “Morenito de Aranda”, este último en sustitución de Miguel Ángen Perera. Por otro lado, el grupo Mocedades amenizaba la velada en la Plaza de la Hispanidad, del Barrio Allendeduero, mientras caía una lluvia, que hacía que la última Bajada de las Peñas, tuviera que acelerar el paso.
Y llegamos al Final. La animación musical de la Banda de Dulzainas y Tambores de la Escuela Municipal de Folclore, que comenzó a las 11 sobre el Templete de la Plaza Mayor, nos hacía presagiar el final de las Fiestas Patronales 2014 de Aranda de Duero en honor a la Virgen de las Viñas, ya que seguidamente, dio comienzo el tradicional Baile de la Rueda, alrededor de la Plaza Mayor. Al llegar la media noche, se enciende la Traca Fin de Fiestas.
LA RUEDA, es una danza que se baila en muchos lugares de la provincia de Burgos y sobre todo en el corredor del río Duero, en sus tierras altas desde el Burgo de Osma (Soria) hasta Roa (Burgos), con variaciones musicales y coreográficas. El tamborilero ataca con brío un redoble avisador y el dulzainero lanza vibrantes notas de atención; se forman parejas, colocándose en corro y comenzando La Rueda. Para esta popular y original danza se requieren muchas parejas que bailan sueltas y todas hacen lo mismo. Se ponen frente a frente, hombres dentro y mujeres fuera. Los brazos a la altura de los ojos y se va danzando haciendo el paseillo con paso arrastrado, al ritmo de la música, iniciando el movimiento rotatorio. Lentamente la danza se anima, se aligera el ritmo, el giro más rápido (nunca apresurado), y la rueda forma un espléndido y pintoresco carrusel. Su uniforme sencillez le da prestancia y empaque, en armonía con el carácter reposado y solemne del campesinado castellano. Cuando se hace redoble de tambor las parejas van paseando hasta que empiece la música de la dulzaina de nuevo. En Aranda se baila, desde tiempos inmemorables, en su Plaza Mayor el último domingo de las fiestas, durante la media hora antes de la traca final, con una participación masiva.
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