Torrevieja se levantó ayer con una plaza de la Constitución, que más pareciera la Merrion Square de Dublín, donde el agua casi no cesó de caer en toda la mañana, por lo que el grueso de las celebraciones tuvieron lugar en el interior del Templo Arciprestal de la Inmaculada. Allí tuvo lugar una Eucaristía bilingüe, concelebrada por el párroco José Antonio Egea y Francisco Miravete, párroco de San Roque y Santa Ana. Acabada la misma se trasladaron a la Plaza de la Constitución donde se izo la bandera de la Irlanda mientras sonaba la «Canción del soldado» Himno Nacional del País.
Ya en el interior del templo de nuevo, no faltaron los sones del acordeón, la música folk y la ofrenda a la imagen de San Patricio del emblema principal de Irlanda, el “trébol” que obsequiaron, en muestra de amistad, al alcalde de la ciudad, Eduardo Dolón; la concejal de Relaciones Internacionales, Gitte Lund Thomen; al de Bienestar Social, Oscar Urtasun; al párroco de la Inmaculada, José Antonio Gea y al Párroco de San Roque y Santa Anda Francisco Miravete.
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