El Templo Arciprestal de la Inmaculada acogió una misa en honor al regidor de la Transición, fallecido a los 91 años
La ciudad de Torrevieja se despidió ayer con profunda emoción de uno de sus referentes históricos más queridos. El Templo Arciprestal de la Inmaculada Concepción acogió por la mañana la misa funeral “corpore insepulto” en memoria del exalcalde Francisco Díez Martínez, fallecido el pasado viernes a los 91 años.
A pesar de su avanzada edad, Díez conservaba una notable vitalidad y un constante interés por la actualidad municipal, lo que lo mantuvo cercano a la vida política y social de la ciudad hasta sus últimos días.
La ceremonia fue oficiada por el vicario Francisco Miravete, en un ambiente cargado de recogimiento y respeto. Numerosos vecinos, autoridades y personalidades locales acudieron a dar el último adiós al que fuera una figura clave en la historia contemporánea de Torrevieja.
Entre ellos, destacó la presencia del actual alcalde, Eduardo Dolón, visiblemente emocionado, quien quiso rendir homenaje a quien —según sus propias palabras— fue “un referente, un gran conversador, y una persona siempre inquieta por el bienestar de su ciudad”.
Un alcalde para la historia
Francisco Díez fue alcalde de Torrevieja durante uno de los periodos más trascendentales del país: la Transición Democrática. Durante su mandato, supo conducir al municipio hacia una nueva etapa de libertades, sentando las bases del modelo turístico y cultural que definiría el futuro de la ciudad.
Entre sus iniciativas más recordadas se encuentra la puesta en marcha de las primeras campañas de promoción turística del municipio, que marcaron el inicio de la proyección exterior de Torrevieja como destino de referencia en la Costa Blanca.
Además, fue él quien tomó la decisión de trasladar el Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía al recinto interior de las Eras de la Sal, convirtiéndolo en un escenario emblemático para el patrimonio cultural torrevejense.
Un legado de cercanía y compromiso
Empresario de vocación, hombre de diálogo y de firmes convicciones democráticas, Francisco Díez será recordado no solo por su papel institucional, sino también por su cercanía humana, su compromiso social y su inquietud permanente por el desarrollo de su ciudad.
A lo largo de su vida mantuvo una intensa vinculación con el tejido social y económico de Torrevieja, siendo una figura respetada por diversas generaciones que reconocían en él a un servidor público honesto y leal.
Con su fallecimiento, Torrevieja pierde a uno de sus grandes protagonistas del siglo XX, pero su legado queda grabado en la memoria colectiva de la ciudad.
Descanse en paz, Francisco Díez Martínez.
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