Ambiente de fiesta mayor en el Templo Arciprestal de la Inmaculada, engalanado para celebrar durante casi un mes las Fiestas patronales en honor a la Purísimo. Noche de pregón, presentada por el periodista Francisco Reyes, quien dio la palabra al presidente de los Hijos de la Inmaculada, Antonio Aniorte que tuvo unas palabras de agradecimiento a las autoridades eclesiásticas y civiles, por su asistencia y es especial al que poco después tendría el honor de subir al Altar Mayor y desarrollar su pregón a los pies de la Purísima.
El torrevejense José Luis Pérez Maeso, con un currículum profesional impecable y una actividad social en nuestra ciudad ligado desde “siempre” a la vida cultural de la misma e inolvidable autor del “Diccionario Torrevejense”, realizó un pregón que dividió en tres partes.
La primera de ellas de elogio y descripción de los orígenes del universo creado por Dios en una inmensidad difícil de entender y que 40 millones de años después sigue evolucionando. Enlazó esta teoría con la segunda de las partes, para defender la proclamación del dogma de fe de María Inmaculada por el Papa Pío IX, que rodeado de la más alta púrpura de la Iglesia lo decretó en 1854. Así la Inmaculada Concepción, conocida también como la Purísima Concepción, es un dogma de la Iglesia católica sostiene que “la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el primer momento de su concepción por los méritos de su hijo Jesucristo, recogiendo de esta manera el sentir de dos mil años de tradición cristiana al respecto”.
Son tres los evangelios que recogen .la defensa de esta virginidad, los de San Mateo, San Lucas y San Juan y se pregunta López Maeso: “¿Como Dios que lo creó todo no va a hacer de su madre una mujer Inmaculada?”.
Por último hizo un emocionado recorrido por sus recuerdos y experiencias ligadas a las fiestas mayores locales. Pero quiso aclarar que nació en el pueblo de Ontur (Albacete) y que su abuelo, secretario a la sazón del Ayuntamiento, se dio “mucha prisa” en inscribirlo allí, pero que sus padres a los tres días se lo trajeron a su domicilio de Torrevieja y no tardaron en presentarlo a la Purísima.
Relató con emocionado gesto esas procesiones infantiles con la Inmaculada en un improvisado trono, con sus “costaleros y todo”, con una imagen cuyo origen desconocía y que siempre acababa por lo suelos. En su memoria se agolpaban recuerdos de la historia de Torrevieja, como aquel día del Ausente de 1960 en el que cientos de torrevejenses llegaron bajo la lluvia a la ciudad y se dirigieron al templo, que estaba cerrado, y tras golpear la puerta entraron con alborozo para encontrarse con su Inmaculada.
Otros de los pasajes que hablan del amor a la Inmaculada fue aquellas mañanas en durante una semana se celebraba el “Servicio” y por plazas y calles se rezaba el Rosario de la Aurora, y que él no muy dado a madrugar, no fallaba porque su madre le hacía ver que era la misma Virgen quien le llamaba para acudir.
Por último contó una anécdota que nos dejó envueltos en un silencio general. Se trata de la inesperada muerte de la abuela en su domicilio torrevejense y siendo sus últimas voluntades ser enterrada en Ontur, dispuso el Dr. José Giménez, que para evitar largos y farragosos trámites, se envolviera a la difunta y se trasladara como si estuviese aun viva. Cosa que hicieron en un Seat 600, realizando un viajes en que cada ocasión de peligro se encomendaban a la Purísima.
Hizo un llamamiento a la diversión, a disfrutar de las fiestas tanto religiosas como populares con la charamita, las atracciones y todas las actividades que el pueblo realiza para honrar a su madre.
Tras el ritual ¡Viva la Inmaculada!, le fue entregada por el cura párroco, Manuel Martínez Rocamora una imagen de la Virgen, realizada por el artista local, Víctor García, firmado asimismo en el Libro de Honor de la Asociación.
Tomaron por último la palabra el alcalde de la ciudad, Eduardo Dolón que se sintió orgulloso por encontrarse de nuevo a los pies de la Inmaculada, para proclamar las fiestas y felicitar a todos aquellos que han contribuido a las Fiestas. Aprovechó para despedir a la Corte Salinera, Cira, Carmen y Alba, a las que dio la enhorabuena por el trabajo realizado durante su reinado e invitó a disfrutar a todos de las Fiestas Patronales, cosa que hizo también el Párroco reiterando los Vivas a María.
El acto al que asistieron, además de los citados, la vice alcaldesa, Rosario Martínez Chazarra; la concejal de Fiestas, Concha Sala y los ediles, Diana Box, Sandra Sánchez, Inmaculada Montesinos, Andrés Navarro, Andrés Antón y Carolina Vigara, tuvo su acompañamiento musical de la mano de la soprano Belén Puente; Adrián Vallejos, saxo alto y Aurelio Martínez al órgano, que interpretaron a lo largo del acto el “Ave María” de Giulio Caccini, “María Aurora” de José Antonio Quesada y “A mi añoranza” de José Cerdán y Francisco Vallejos.
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