Un extenso poemario del poeta bajo el título”Madre España”, emocionó al público asistente ayer al Auditorio del Centro Cultural “Virgen del Carmen”
“Torrevieja Teatro” organizó anoche en el Auditorio del Centro Cultural Virgen del Carmen una velada poética para conmemorar el 80 aniversario de la muerte de Miguel Hernández en con el poemario “Madre España” ¿Para qué quiero la luz si tropiezo con tinieblas?.
Al acto acudió numeroso público, entre ellos el concejal de Educación, Ricardo Recuero, la presidenta de Ars Creatio , Josefina Nieto y el director del acto, José M. Toro, que actuó además como mantenedor
El pasado lunes 28 de marzo se cumplieron 80 años de la muerte de uno de los poetas más reconocido de nuestra lírica; Miguel Hernández, que durante muchos años fue ignorado y silenciado. Torrevieja Teatro ofreció un recital centrado en los poemas de su etapa de poeta-soldado, de sus poemas de guerra, aportando un rayo de luz a la obra de Miguel con la esperanza de que nunca más vuelva a tropezar con tinieblas.
Andrés Iglesias y Paco Oliveros, bajo la dirección de José Miguel Toro, recitaron los versos que Miguel nos dejó escritos desde la rabia, el dolor, y el padecimiento ante las injusticias que los hombres, mujeres y niños sufrían bajo la opresión del yugo de los poderosos y de los desastres de la guerra.
Soldados desolados, mujeres desesperadas, jornaleros cansados de labrar la tierra, jóvenes con un porvenir incierto, niños que sólo se alimentan de pan y cebolla, otros que desde la más tierna infancia se ven obligados a trabajar en condiciones casi de esclavitud y la marcha de un amigo, son a quienes Miguel dirige su llanto en forma de versos.
La vida de Miguel pasó tres etapas claramente diferenciadas, la primera transcurre en su pueblo, Orihuela, una ciudad de provincias de marcado carácter burgués, conservador y catolicismo en la que convive, crece y estudia con su grupo de amigos, especialmente con Ramón Sijé, a pesar de que él no pertenece al mismo estamento social que ellos.
La segunda etapa comienza en 1931, cuando Miguel sintiéndose asfixiado y encorsetado por las costumbres provincianas de su pueblo, decide marchar a Madrid con el objetivo y la ilusión de entrar a formar parte del grupo de poetas y escritores que conformaban lo que ha venido en denominarse la Generación del 27. Pero la poética de Miguel Hernández es la que es, y es aceptado por estos de manera desigual. El Madrid que encontró no era el que él esperaba, Madrid es cruel, no es como yo lo soñaba, escribió a su amigo Ramón Sijé, y decide volver a su pueblo.
En 1935 de nuevo vuelve a Madrid y ahora la situación le pinta mejor; retoma los contactos con Neruda y Bergamín a quienes ya conocía, y empieza a relacionarse con Cossío y Aleixandre que ven en aquel joven provinciano un gran potencial poético y le ofrecen su apoyo introduciéndolo en el selecto grupo de poetas y escritores del momento. A finales de ese año, fallece en Orihuela su amigo del alma Ramón Sijé y no puede asistir a su entierro. El dolor y el llanto por la muerte de su amigo le inspiró la más bella y triste composición poética que probablemente se haya escrito jamás; la Elegía a Ramón Sijé.
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La tercera y última etapa de la vida y obra de nuestro poeta comienza en 1936, año en el que publica su libro El rayo que no cesa, que marca la madurez poética de Miguel. Estalla la Guerra Civil Española, se alista como voluntario en el Ejército Popular de la República y es nombrado Comisario Político de Cultura. En marzo de 1937 regresa a Orihuela desde el frente de Jaén para casarse con su novia de siempre, Josefina Manresa, y en diciembre de ese mismo año nace su primer hijo Manuel Ramón, pero el drama que persiguió a Miguel a lo largo de toda su vida vuelve a darle un hachazo cruel y despiadado; en octubre de 1938 muere Manuel Ramón.
Es en esta etapa en la que su poesía da un giro radical alejándose de aquel poeta clásico y católico de su primera etapa y pasa a escribir una poesía de lucha, de guerra, de sufrimiento.
En 1939, al finalizar la guerra civil Miguel, es detenido, juzgado y condenado a muerte, pena que se le conmuta por la de 30 años y un día de cárcel que cumple por diferentes cárceles españolas, hasta que finalmente, ya enfermo, es trasladado a la de Alicante para estar más cerca de su mujer y de su hijo Manuel Miguel como él había pedido. Miguel es una “patata caliente”, el Régimen no quiere que se le convierta en un nuevo Lorca y nadie quiere tenerlo bajo su custodia si se produce un fatal desenlace. Allí, un sábado 28 de marzo de 1942, a causa de una grave afección pulmonar que se le complica con tuberculosis, muere Miguel.
Miguel, consciente de que su fin se va acercando, y cansado de luchar, da un giro a su poesía y acaba escribiendo unos versos serenos, afligidos y quizá también resignados.
En el último de los poemas recitados, pudimos disfrutar, gracias a la colaboración de Mery Dance Academy, de la belleza sublime de la danza clásica que la pequeña bailarina Alba Martínez Martínez hizo de la Muerte del cisne del compositor Camile Saint-Saëns que consiguió robarnos los corazones con su encantadora dulzura infantil.
TEXTOS: José Miguel Toro
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Filed under: Asociaciones, Cultura | Tagged: Cultura y Sociedad |
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