El itinerario tradicional fue alterado al no poder ser trasladada la imagen de Ntra. Sra. de la Esperanza y de la Paz al Templo Arciprestal de la Inmaculada el pasado domingo por la lluvia.
La noche de Miércoles Santo se vivió en Torrevieja con unas temperaturas mucho más agradables que el día anterior, lo que hizo que el recorrió de ambas procesiones, sobre todo la zona donde se realiza el encuentro, estuvieran abarrotadas de público. A las 21:30 horas salió desde el Templo Arciprestal de la
Inmaculada, la Cofradía de la Santísima y Vera Cruz de la Convocatoria, acompañada por su propia Banda, seguida por segundo año por la imagen de la Santa Mujer Verónica. A continuación lo hacía la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Caída, con el trono del “Dulce nombre de Jesús”, portado por niños y niñas y acompañados por una sección de la Banda de la Esperanza Pilareña de Pilar de la Horadada.
Tras ellos el paso de Nuestro Padre Jesús de La Caída
Acompañados por mujeres ataviadas con mantilla, con la participación de la Banda Unión Musical de San Bartolomé. Esta procesión fue presidida por el vicario de la Inmaculada, Francisco Miravete, ostentando la representación civil, la vicealcaldesa de la ciudad, Rosario Martínez; varios ediles de la Corporación Municipal; Ernesto Gea en representación de la Junta Mayor de Cofradías y el cadete de la Academia General del Ejército de Tierra de Zaragoza, el torrevejense, Javier Fernández.
Media hora más tarde
Asomaba al umbral de la Iglesia del Sagrado Corazón, la Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza y de la Paz, acompañada de cientos de nazarenos y su particular “marea verdiblanca infantil” compuesta por un centenar de niños y niñas, precediendo el cortejo, presidida por el párroco del Sagrado Corazón, Aurelio Ferrándiz y una numerosa representación de miembros de la Corporación Municipal, encabezados por el alcalde de la ciudad, Eduardo Dolón, al son de la Banda de la Unión Musical Torrevejense, dirigida por Alejandro Gómez.
Ambas procesiones y tras realizar un largo recorrido
Provocado por no haber podido procesionar la imagen de la Virgen de la Esperanza el pasado Domingo de Ramos por la lluvia, llegaron al cruce de las calles Ramón Gallud y María Parodi, produciéndose uno de los momentos más emblemáticos que vive la Semana Santa torrevejense, ante una multitud de gente que asistió en silencio al acto. El encuentro entre la madre rota de dolor y el hijo con la Cruz a cuestas camino del Gólgota, culmina con los costaleros de la Virgen de la Esperanza, hincando la rodilla bajo el palio y los del Cristo de La Caída, izándolo al cielo al son de la Marcha Real, arrancando aplausos y recorriendo por las mejillas alguna lágrima de emoción.
Tras el encuentro en la Vía Dolorosa
Las dos procesiones se unieron en una general, que estuvo presidida por el Párroco del Sagrado Corazón y Vicario de zona, Aurelio Ferrándiz; el vicario de la Inmaculada, Francisco Martínez Miravete; el alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, junto a varios concejales de la Corporación Municipal; así como el Presidente de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de Torrevieja, Paco Beltrán y su Junta Directiva. La Reina de la Sal, Nuria Martí de Oro y sus damas, Ana Vidal Martínez e Inés Martínez Conesa, así como la Reina de la Mata, Maybel Liarte Samper, participaron como cada día en la procesión, ataviadas con mantilla española.
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Filed under: Cultura | Tagged: Religión, Semana Santa |
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