El pasado sábado, en una de las tiendas con más raigambre de Torrevieja, “Especialidades Maciá”, que regenta desde hace muchos años, María José Maciá y que está situada en la esquina de “La Plasa”, de la calle Azorín, pudimos observar un pequeño stand, donde el aceite y la sal, se abrazaban en una exposición atendida por una simpática chica, de nombre María, que se encargaba de enseñar a los viandantes las virtudes y calidad de un aceite. El aceite en cuestión, no era uno cualquiera, sino el procedente de una joven fábrica, asentada en la vecina localidad de Benejúzar. Dos eran las variedades que se ofrecían y ambas de la calidad extra virgen. El primero elaborado con oliva de la variedad Arbequina 100 %, que al ser de maduración más temprana, da un sabor al aceite muy suave y una acidez baja, y el segundo realizado con mezcla de olivas de las variedades Arbequina y Picual, de sabor más intenso y mayor acidez. Ambos aceites se podían degustar y adquirir a precios que oscilaban desde los 11 euros a los 2,50 euros, según sus calidades y tamaños. María José, ha querido dar un toque torrevejense a esta promoción, uniendo en “matrimonio”, para su venta conjunta, dos de los alimentos más antiguos de la humanidad: el aceite y la Sal. Esta última, procedente de la laguna rosa y primorosamente envasada, para el disfrute conjunto de ambas especialidades, queriendo llevar al gran público, un aceite que solo los más prestigiosos restaurantes y hoteles de la ciudad tienen el privilegio de ofrecer a su clientela.
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