Cítricos, pimiento rojo, espinacas, frutos secos o el salmón, entre los alimentos que más refuerzan el sistema inmunológico. y ser esta la primera barrera de entrada de los virus.
Aunque los alimentos no son exactamente medicina muchos de ellos tienen nutrientes básicos para mantener el organismo en buen estado y contribuyen a mejorar la respuesta del cuerpo ante diversas dolencias actuando sobre el sistema inmunológico y haciéndolo más eficiente, tal y como afirma la doctora Carolina Pérez, nutricionista de los hospitales Quirónsalud Murcia y Torrevieja.
Como indica Carmen Díaz, nutricionista de la Unidad de Obesidad de Alicante, “todos los alimentos que ingerimos juegan un papel importante en nuestras defensas, presentes principalmente en frutas y verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos, pescados, carnes magras y huevos. En este sentido, productos como los cítricos, el pimento rojo, el brécol, las espinacas, el yogur, los frutos secos, los garbanzos, las setas, el pollo, las pipas de girasol, el salmón, el aguacate, el ajo, el huevo y la avena integral, serían los alimentos ideales para fortalecer el sistema inmune”.
En cuanto a la hidratación la doctora Carolina Pérez señala su importante papel para mantener una mucosa sana e hidratada ya que la mucosa es la primera barrera física frente al virus y a la que costará más acceder que si esta se encuentra seca e irritada. “Mantenernos hidratados es necesario, hay que beber agua constantemente. Si nos cuesta beberla, podemos “aromatizar” o “saborizar” el agua con cáscaras de cítricos, alguna hoja aromática tipo menta e incluso añadir un poco de limón o trozos de fruta fresca”, aconseja la nutricionista de Quirónsalud Murcia y Torrevieja.
Cómo cocinar los alimentos para conservar todas sus propiedades
Casi todas las frutas verduras y hortalizas contienen vitamina C, indispensable junto con la Vitamina D para reforzar nuestro sistema inmunitario. Muchos de estos nutrientes se alteran al llevarlos a la ebullición lo que conlleva una pérdida importante de vitaminas y otras sustancias antioxidantes que, “en algunos casos”, advierte la doctora Pérez, “puede llegar hasta el 90%, dependiendo del alimento y del tipo de nutriente ya que el calor, la oxidación y el remojo los degrada y disuelve”.
Para evitar la pérdida de nutrientes Carmen Díaz aconseja seguir recomendaciones tan sencillas como pelar y cortar el alimento poco antes de prepararlo, mantenerlo poco tiempo en remojo, esperar a que el agua hierva para introducir el alimento, cocinar el alimento al dente y enfriarlo lo antes posible para que este conserve un alto porcentaje de sus propiedades.
Qué son los probióticos y dónde los encontramos
Los probióticos son bacterias beneficiosas que viven en el intestino y mejoran la salud general del organismo, aportando beneficios como la facilitación de la digestión y la absorción de nutrientes y el fortalecimiento del sistema inmunológico pero su obtención, a través de los alimentos, no es tan sencilla como se piensa. Tal y como como evidencia Carmen Díaz de la Unidad de Obesidad de Quirónsalud Alicante, “no está claro si son del todo efectivos los probióticos que podemos obtener de forma natural en los alimentos por su paso por el sistema digestivo en el que hay ácidos que pueden matar a gran cantidad de estos microorganismo”.
En cuanto a los alimentos que más probióticos pueden proporcionarnos la nutricionista de Alicante recomienda la ingesta de Kéfir, Kombucha, encurtidos que están en vinagre, chucrut, tempeh, yogurt, miso y quesos como mozzarella, cheddar, gouda o cottage.
El ejercicio físico, aliado para el correcto funcionamiento del sistema inmune
El ejercicio físico moderado realizado de forma habitual produce un efecto antiinflamatorio sobre el sistema inmunológico y reduce el riesgo de sufrir infecciones. Como explica la doctora Pérez, “el ejercicio provoca cambios en los anticuerpos y los leucocitos. Los leucocitos son las células del sistema inmunitario que combaten las enfermedades mediante los anticuerpos, unas proteínas que neutralizan las bacterias y agentes externos. Estos anticuerpos y leucocitos circulan más rápidamente con la práctica habitual de ejercicio, así que pueden detectar y combatir enfermedades más rápida y efectivamente”.
Así mismo, la elevación breve de la temperatura corporal durante e inmediatamente después del ejercicio puede impedir el crecimiento bacteriano. “Esta elevación de la temperatura puede ayudar al cuerpo a combatir mejor una infección, con un resultado similar a lo que sucede cuando uno tiene fiebre”, manifiesta la doctora.
La especialista recomienda de 20 a 30 minutos diarios de ejercicio para mantener nuestros sistema inmunitario en forma.
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