Después de la gran inversión económica hecha para el mantenimiento del palmeral, Ferris Hills toma la decisión de proteger la parte baja de la finca con una valla que limite el acceso de basuras y desperdicios
Paraje Lo Ferris
Nota de Prensa de “Ferris Hill”
Foto: Ferris Hill
Ferris Hills, empresa propietaria del palmeral de Ferris en Torrevieja, ha procedido al vallado de la finca Ferris, con el único fin de protegerlo de las constantes agresiones a las que ha estado expuesto durante estos últimos meses.
Por ello efectuó la solicitud del permiso al Ayuntamiento de Torrevieja, al Ministerio de Fomento, a la Dirección General de Carreteras de la demarcación de Alicante, al Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, a la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, a la Consejería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente de la Generalidad Valenciana, quienes lo han concedido y, por consiguiente, el pasado 11 de diciembre de 2014, el Ayuntamiento de Torrevieja ha concedido la licencia para el vallado.
La empresa propietaria cuenta con esta finca entre sus activos desde el siglo XVIII, siendo ellos mismos los que plantaron, cuidan y gestionan el palmeral a lo largo de toda su historia. Desde entonces, su única finalidad ha sido preservarlo, protegerlo y mantenerlo para el disfrute de todos los vecinos. Durante este último año ha sido cuando las acciones han tenido que intensificarse, ya que la suciedad se apoderaba de la imagen del palmeral centenario.
Limpieza de botellones, hogueras, restos de basuras y desperdicios han sido el día a día en el palmeral de Ferris, a pesar de la tarea llevada cabo por la empresa propietaria, las agresiones han seguido produciéndose.
En términos económicos sólo durante este último año la restauración de la zona ha costado más de 50.000 euros, ya que la suciedad y las agresiones volvían a hacer estragos en el palmeral torrevejense.
Además, Ferris Hills, rodeó el área con carteles para anunciar a los vecinos y turistas de que a pesar de que el acceso era público, la responsabilidad de éstos en la zona deberá ser mayor por encontrarse ante una propiedad privada, pero aun así la acción no dio el efecto esperado. Carteles rotos y en el suelo fue la respuesta de algunos vándalos a los pocos días, por lo que la empresa se vio en la obligación de volver a reponerlos. Ésta situación se ha repetido en múltiples ocasiones, con el consiguiente gasto que le ha supuesto a la empresa.
A consecuencia de todo esto, Ferris Hills llevó a cabo la solicitud de la autorización del vallado del palmeral, que ya se ha hecho efectiva como fórmula de protección.
Al hilo de ello, desde la propiedad se está estudiando cómo controlar el acceso a la zona restringida del paraje, para que así vecinos y turistas que estén dispuestos a colaborar con sus actitudes en el cuidado del palmeral de Ferris puedan disfrutar, como siempre, de uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad.
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