Una especialista de USP San Jaime recomienda comenzar el trabajo de forma tranquila y continuar actividades practicadas durante el verano para combatir el estrés postvacacional
Se calcula que este síndrome afecta a un 35% de los españoles principalmente entre los 25 y los 50 años.
Al regresar de nuestras vacaciones el ritmo de vida cambia de forma significativa, pasamos de no tener horarios ni apenas obligaciones a una rutina más rígida con las exigencias propias de la vida cotidiana. La especialista en Psicología del Hospital USP San Jaime, Nuria Javaloyes, asegura que, “comenzar el trabajo de forma tranquila y continuar actividades practicadas durante el verano nos ayudan a combatir el llamado síndrome postvacacional”.
Se calcula que este síndrome afecta a un 35% de los españoles principalmente entre los 25 y los 50 años. Según Javaloyes, “los alimentos son una parte importante para combatir el estrés. Consumir alimentos que tienen alto contenido en calcio, fósforo y cobre que se encuentran en la almendra, el plátano o el germen de trigo constituyen un elemento importante para superar el estrés vacacional”.
La Depresión o Síndrome postvacacional son términos que hacen referencia al proceso de estrés que tenemos que afrontar tras las vacaciones, para readaptarnos de nuevo a las obligaciones laborales o escolares, al cambio de estilo de vida que supone reincorporarnos a nuestra rutina diaria. Pero es importante destacar que, el estrés postvacacional es transitorio y por tanto no debe durar más de una o dos semanas.
Para aliviar o mitigar los efectos del estrés postvacacional podemos sugerir un decálogo de cuidados a tener en cuenta como:
1. Comenzar el trabajo poco a poco y a ser posible por lo que más nos guste.
2. Seguir actividades que empezamos a practicar durante las vacaciones, nos ayudará a seguir teniendo sensaciones agradables.
3. Organizar la agenda diferenciando lo importante de lo urgente, optimizaremos nuestro tiempo y esfuerzo priorizando y nos sentiremos más eficientes y resolutivos.
4. Planificar actividades placenteras para hacer durante los primeros días de regreso después del trabajo, nos ayudará a aliviar la sensación de malestar. Ejemplos de este tipo de actividades serían: cenar con los amigos, pasear, ir al estreno de una película, ir de compras, ir a una exposición etc…
5. Organizar actividades para el fin de semana, planificando alguna actividad corta de un par de días dentro de nuestras posibilidades.
6. Evitar realizar intensas jornadas de trabajo, intentar cumplir con el horario estricto durante los primeros días para evitar la sensación de “sobreimplicación”.
7. Realizar pequeños cambios en el entorno físico de trabajo, organizar la mesa de otra forma, colgar algunas imágenes nuevas en las paredes, etc. Conseguiremos la sensación de “algo distinto” a lo que dejamos antes de irnos de vacaciones y de inicio de “algo nuevo”.
8. Evitar tomar decisiones trascendentales posponiéndolas unos días en la medida de lo posible, hasta que estemos perfectamente adaptados de nuevo.
9. Ser conscientes de estar pasando un periodo temporal de adaptación necesaria que durará unos días (oscila entre una o dos semanas) y acabará, y evitar hacer de eso un drama o una enfermedad.
10. Plantearnos y enfocarnos hacia nuevas metas y retos que pretendemos alcanzar para la siguiente etapa laboral.
Nuria Javaloyes, aconseja “que la mejor forma de volver de nuestras vacaciones es permitir tomarnos un tiempo para arrancar, sin prisas, de forma gradual y con un enfoque positivo pensando que tras el verano volvemos a tener una nueva oportunidad de mejorarnos a nosotros mismos”.
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