Objetivo Torrevieja

La Sala Vista Alegre, expone durante más de un mes una magnífica exposición retrospectiva del artista torrevejense.

Fernando Guardiola

Álbum, pinchando sobre la foto

En tiempo de Semana Santa, hablar de Victor García, es hablar de su extensa obra de imaginería religiosa, sobre todo pasionaria que ha salido de los talleres de este escultor y que pese a su juventud ya se encuentra presente no solo en nuestra ciudad sino en otros muchos  lugares de la geografía nacional. Por ello sorprende esta exposición que ayer se inauguró en la Sala Vista Alegre, y que estará abierta hasta el 22 de mayo, y lo hace por su extraordinaria calidad. Muchos son los temas que trata, y los estilos, lo que da muestra de la adaptabilidad del artista. Desde unos carboncillos, base de cualquier obra, hasta un magnífico óleo de Miguel Hernández, pasando por unos soberbios óleos representando los oficios de la mar, que bajo la inspiración de Sorolla, son una explosión de luz, color de los que brota una musicalidad virtual que alegra los sentidos, por su plasticidad y serenidad de visión. Observe el visitante detenidamente, los numerosos retratos que cuelgan de las paredes y recreese en su vista, porque a alguno de ellos, como decían nuestros mayores, solo “les falta hablar”, por su profundo realismo. Particularmente me cautivó el óleo del niño jugando en el jardín, junto a un parterrete, donde el detalle de los azulejos y el gesto del niño cobran vida entre unos vivos colores muy bien elegidos. Se salpica esta muestra con varios detalles de su imaginería, entre los que ha querido el autor de la misma, no faltasen algunos de sus logrados ángeles, como dos de los que acompañan el trono de la Patrona de la Ciudad. En fin, una exposición esta, para no perderse y disfrutar del privilegio de contar entre nosotros con un artista como Víctor García Villalgordo. Solo un “pero” que hacer a esta bellísima muestra, a modo de sugerencia: No estaría de más el acompañamiento de la visita  de un poco de música clásica ambiental que envolviese los sentidos de la vista y el oído en uno solo fin común, disfrutar del arte en mayúsculas.

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