El Teatro Municipal de Torrevieja, celebró ayer su segunda gala de celebración del “Día de la Danza” , con la puesta en escena del espectáculo “Vigor Mortis”, bajo la dirección de Asun Noales e interpretada por Carlos Fernández y ella misma. La obra nos hace pensar sobre la existencia del más allá, hablándonos, desde la expresión corporal y la puesta en escena, de ese otro lado, intemperie de lo desconocido en un relato de pesadillas y ensoñaciones, un tragicómico viaje del cielo a lo insondable del alma humana.
“Vigor Mortis” se construye al abrigo del carácter insólito o milagroso de lo ordinario. Se muestra en el detalle de los gestos, en la melancolía silenciosa de las miradas, en la afectiva incertidumbre de lo cotidiano. Los bailarines son seres mutables que fluyen y exhalan con hilaridad y desgarro la memoria de la vida en la muerte duradera, seres que se agitan contra los temblores del destino. Despedida, abandono, lejanía de esos lugares que se perpetúan en la huida, vértigo por el vacío que se retuerce en las convulsiones de la última partida. Una expulsión de la morada como metáfora de destierro de la propia vida.
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