Fernando Guardiola / Fotos: Pedro Grimao
¿Quién dijo que entre los marineros y algunas personas que son trabajadores del mismo gremio, eran insolidarias e “iban a lo suyo”?. El que lo dijo no conoce de cerca, la idiosincrasia de los hombres del mar. Y si de muestra basta un botón, aquí les dejo esta pequeña historia, que puede servir de ejemplo de cooperación y solidaridad entre los pescadores.
La mañana del 13 de Septiembre, el pesquero “Nuevo Málaga”, atracó en el puerto de Torrevieja, con su patrón, Francisco Castro y una tripulación de doce marineros. Estando faenando, en pesca de cerco, frente a las costas de Alicante, sobre las 6 de la madrugada de ese día, sufrieron un percance y una de sus redes se rompió por la mitad, perdiendo toda su captura. Hasta aquí todo podría ser normal, si no fuera por la estampa que bien temprano ofrecía el puerto de Torrevieja con toda la tripulación arreglando las redes, ayudados por un numeroso grupo de marineros de varias embarcaciones que estuvieron durante horas cosiendo la red, para que se pudieran hacer a la mar. El resultado fue magnífico ya que el barco pudo salir a faenar y regresaron a puerto con una captura de 320 cajas boquerón.
Quizá piensen que es una historia normal, pero dentro de la vorágine que nos envuelve hoy día, donde la inquina y la envidia campan a sus anchas, estampas como estas nos reconcilian con sentimientos tan valioso, como la camaradería o el amor al prójimo.
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