Luis Larrodera y Diego Arjona, hicieron reír al publico con un “humor blanco” y libre de tópicos
Fotos: Pedro Grimao y Alfonso Pascual
Poco más de media entrada, se dio anoche cita en el Teatro Municipal, para asistir a la doble sesión de monólogos, que la parea compuesta por Luis Larrodera y Diego Arjona, nos prepararon, bajo el título “Y si no, … ¡nos enfadamos!”, para intentar hacernos pasar un rato que nos hiciera olvidarnos de los índices bursátiles, la prima de riesgo y la señora Merkel. Abrió fuego Diego Arjona, con un acento andaluz cerrado como un puerto de montaña en plena borrasca, que se metió al publico en el bolsillo con un monologo encadenado en el que riéndose hasta de su sombra, se metió hasta con su madre. Larrodera, salió al escenario como un torrente fresco de energía. El que fuera presentador del programa concurso con más éxito de la historia de la televisión, dijo que venir a Torrevieja, era para un presentador del 1, 2, 3, … como para los musulmanes ir a La Meca. Desde ese momento, hasta que acabó subiendo al escenario a un espectador para intentar demostrar una de las “leyendas urbanas”, como hacerle ingerir coca-cola con “zetapetas”, su boca no se cerró ni un segundo. Era como si le hubieran puesto unas pilas con más voltaje del que necesitaba. Ambos cómicos, no estuvieron en el escenario más haya de los justamente necesario, pues se fundieron con el público en las dos actuaciones, haciéndoles participes de sus chanzas e ingeniosas propuestas, convirtiendo la sala en un foro interactivo, donde no fue necesario recurrir a los recursos más manidos como la política u otros tópicos que hacen que para algunos, pierdan la gracia hasta los más originales números. Fueron casi dos horas de risas sanas y aplausos sinceros que premiaron el humor de dos amigos que acabaron con el público puesto en pié, bailando “Paquito el Chocolatero”.
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