Con la puesta en escena de esta extraordinaria obra se cierra el ciclo de actividades de este año de la Asociación
En la noche de ayer jueves 15 de diciembre de 2022, Ars Creatio completó su programación del año que se despide. El grupo de actores de la asociación y las entidades colaboradoras pusieron en escena, sobre las tablas de un Teatro Municipal de nuevo abarrotado, la celebrada comedia Angelina o el honor de un brigadier. Escrita por Enrique Jardiel Poncela al regreso de su primera estancia en Estados Unidos, y después de atender otros compromisos cinematográficos en Francia, fue estrenada en Madrid el 2 de marzo de 1934. El éxito de la obra la llevó el año siguiente a Hollywood —adonde volvió Jardiel para continuar trabajando como guionista de cine, «el microbio más nocivo que puede encontrar en su camino un escritor verdadero»—, en una película dirigida por Louis King. Posteriormente, sería emitida en dos adaptaciones televisivas españolas (1964 y 1969), ambas dirigidas por Gustavo Pérez Puig; y reestrenada en teatro varias veces más.
Jardiel, un espíritu libre y un autor cuyo influjo recibirían otros destacados dramaturgos, entendió asimismo que los actos que pueden derivar en desastres en determinadas épocas, en otras son motivo de hilaridad. Quizá tanto él como sus predecesores y sus seguidores conocieran mejor que nadie la naturaleza humana, imbuida de una vanidad que sitúa en el pasado todo lo desechable y risible. En este caso, son evidentes los paralelismos con el universal Don Juan Tenorio y otros dramas similares de finales del XIX —padres de hijas robadas que toman las armas para reponer su honor, duelos a muerte inevitables, y seres de ultratumba que aparecen en escena—, así como con la parodia La venganza de don Mendo, estrenada dieciséis años antes (1918), en la que también se toman a guasa las tremendas consecuencias que acarreaban los devaneos amorosos y las conductas disipadas, y en general el relajo sobre las costumbres secularmente establecidas. De pluma ágil, afinada y afilada, Jardiel tampoco se priva de referencias históricas (en una acción desarrollada en 1880), más que interesantes para los estudiosos de la materia. Su fino humor obliga a los actores a vocalizar muy bien y a los espectadores a aguzar el oído para que no se pierda «ripio».
En la representación de Ars Creatio, los papeles protagonistas y la subsiguiente responsabilidad fueron asumidos por Javier Nieto (don Marcial, el atribulado y doblemente deshonrado brigadier) y Maira Egea (la indecisa Angelina). Siendo estos dos personajes los que aparecen en el título de la obra, también tuvieron su peso en la trama Carolina Martínez (Marcela, esposa y madre respectivamente de los anteriores, que no debe hablar por la cuenta que le trae), José Manuel Pedrero (el traidor, amante de madre y de hija a la vez, y al que no le da la gana morirse), Antonio Manuel Berná (Rodolfo, el poeta —o eso dice él— y novio), Juan Antonio López Jordán (el banquero, y por tanto hábil lanzador de monedas de curso legal) y Marisol Cos (Calixta, esposa del anterior en segundas nupcias y de amplios conocimientos vitales). Con el resto del elenco, hasta el número de diecisiete, y la ayuda siempre fundamental de los equipos técnicos, proyecciones y sombras incluidas, el público tuvo la ocasión de revisar (el veterano) o descubrir (el novel) un teatro que nunca pasará de moda. Subrayemos asimismo la habanera («Una coqueta»), un guiño a nuestra seña de identidad local, mientras dejamos constancia de que, en efecto, la letra está incluida tal cual en el texto original. Como también el anuncio del «escándalo en el Congreso» por parte del vendedor de periódicos. Dos muestras de que hasta en los detalles, el teatro de Enrique Jardiel Poncela mantiene una indiscutible actualidad.
Con esta representación, Ars Creatio pone el definitivo cierre al año 2022. Una vez más, ha tenido que superar los inconvenientes de las incompatibilidades horarias laborales para los ensayos de un grupo aficionado. Pero con entusiasmo, unas agendas llenas de días y de horas, de páginas y de apartados, y la organización que facilitan la armonía y el compromiso —hasta el punto de superar la enfermedad— entre sus integrantes, ha vuelto a demostrar que todo se consigue. En cuanto al año próximo, Dios dirá lo que nos tiene reservado. De momento, deseémoslo feliz y próspero para todos. Seguro que el eximio vate Rodolfo —como está el mundo hoy, no es descartable que reciba algún premio importante— le dedicaría unos versos semejantes ante el arrobamiento de su amada:
Mi mayor deseo es
amor para el veintitrés,
y que si eso, después,
en un mes y en otro mes
no perdamos interés
aunque pasemos estrés
de la cabeza a los pies.
Angelina o el honor de un brigadier
(Enrique Jardiel Poncela)
Personajes
Presentador: José Miguel Toro Carrasco
Angelina: Maira Egea Atencio
Marcela: Carolina Martínez López
Doña Calixta: Marisol Cos Delgado
Luisa: Amparo Moreno Viudes
Carlota: Vivien Gajdos
Don Marcial: Javier Nieto Roca
Germán: José Manuel Pedrero Cánovas
Don Justo: Juan Antonio López Jordán
Rodolfo: Antonio Manuel Berná Ortigosa
Federico: Jagoba Sánchez García
Don Elías: Alejandro Blanco Vega
Un criado: Enrique Fernández Valdés
Un sacristán: Germán Gutiérrez Gómez
El padre de don Marcial: Antonio Sala Buades
La madre de don Marcial: Paqui Delgado Cano
Un vendedor de periódicos: Francisco Cruz Vega
Sombras: Jagoba Sánchez García, Amparo Moreno Viudes y Francisco Cruz Vega.
Equipo técnico, decorados y atrezo
Emma Pérez Beviá, Antonio Ruiz Hurtado, María Luisa Molina Gallego, Marisol Cos Delgado y José Miguel Toro Carrasco
Cartel
María del Carmen García Nieto
Vestuario
Ars Creatio y Conchita Mercader Valdés
Maquillaje
Paqui Delgado Cano
Dirección
Josefina Nieto Gómez y Eliseo Pérez Gracia
Colaboraciones especiales
Peluquería Rasgos, Unisex-Hairdresser y Sociedad Cultural Casino de Torrevieja
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