Madrileños, castellanos, asturianos, vascos o de Sebastopol, disfrutad de nuestras playas, paseos, gastronomía, deportes, cultura y nuestra naturaleza y paisajes únicos
Fernando Guardiola
Comenzó agosto y Torrevieja, como en los mejores tiempos, se ha convertido en la ciudad favorita para muchos veraneantes y que este año con la persistente pandemia, los “nacionales” han desistido de sus viajes al extranjero para “salvar la temporada” de sus compatriotas, y si no que se lo digan a los restaurantes, hoteles y comerciantes.
Es verdad que una gran mayoría de los que vienen son propietarios de su segunda vivienda, personas trabajadoras que abandonaron sus pueblos para ir a trabajar a Madrid, Toledo, Asturias y otros tantos lugares del España y que compraron aquí la “casica” de sus sueños para veranear.
Muchos torrevejenses han denostado a los madrileños, generalizando el comportamiento de media docena de ellos, que presumían de capitalinos con aquella estúpida frase de “esto en Madrid no pasa” y aprovechando estas salidas de “pata de banco” generalizar a un colectivo, que sin ir más lejos echamos mucho de menos el año pasado, cuando en pleno verano las restricciones y la movilidad no dejaron venir.
Somos un pueblo turístico y acogedor y despreciar a los que nos visitan, sean de Madrid o de la Cochinchina no nos hace ningún favor, porque cuatro “tontasos” dejan al resto en mal lugar. Tenemos que asumir que en nuestro pueblo estamos censados 86.000.000 habitantes y ahora en agosto somos más de 200.000 y eso conlleva un tráfico endemoniado, no tener donde aparcar y tantos y tantos problemas que sobrelleva esta situación.
Pero ello no nos debe dar pie a sacar la “lengua a pasear” para denigrar al gobierno local de turno con el impenitente tema de que las calles están sucias, que los perros se cagan, que las papeleras están llenas, etc. Yo sinceramente no he visto ni al alcalde, ni a los concejales, oposición incluida, ir por ahí echando bolsas de basura a las papeleras recién vaciadas, sacando a cagar el perro y dejar el pastel de tiramisú en medio de la acera, o sacar la basura a las 10 de mañana y abrir las tapas de los contenedores para dejarlas que se ventilen. ¡No! Somos todos los que hacemos que Torrevieja este sucia, por mucho que baldeen, barran, recojan la basura, o le dieran cera a las baldosas, … a la media hora está todo hecho unos zorros.
Así que os pido que atendamos a todos nuestros visitantes con esa amabilidad de gente de la mar, nacida en un paraje natural único en el mundo, con las playas más seguras de la Comunidad Valenciana, con controladores, tanto en la arena como en los paseos, y que tienen unos horarios y como es de traca no pueden estar a las cinco de la mañana vigilando quien va a plantar una sombrilla.
Estamos en la encrucijada entre dos lagunas, donde eligen para pasar largas temporadas, no solo los madrileños, los vascos, asturianos o castellanos, sino los flamencos, patos, tortugas, chorlitejos patinegros, vencejos, etc y si otros lo ven porque no nosotros, …. Como dice el refrán “algo tendrá el agua cuando la bendicen” y algo tendrá Torreiveja cuando vuelven año tras año.
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Filed under: Actualidad | Tagged: Opinión, torrevieja, Turismo |
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