Objetivo Torrevieja

Finalmente, decidí salir de la conferencia como ya habían hecho algunas de las pocas personas que habían acudido.  Sin embargo, no lo hice porque uno de los asistentes me comentó que estaba indignado como yo por todo lo que estaba contando esta persona y que, por favor, asistiera hasta el final de la conferencia para después hablar con el ponente. Esta persona que habló conmigo era un doctor en física, de los de verdad, de los de título. Decidí quedarme el resto de la conferencia para, en el turno de preguntas, hacerle saber a esta persona nuestro descontento con su teoría.

Al acabar de mostrar (o mejor dicho, leer en voz alta) el contenido de las 200 diapositivas de la conferencia, iniciábamos la defensa de nuestra postura. El conferenciante no era físico aunque, según él, era el mayor experto a nivel mundial en física de la materia y que, la fundación de la que él es miembro, ha explicado cosas que la ciencia aún no ha explicado. Comentó barbaridades como que una vuelta de la Tierra alrededor del Sol no dura 1 año, sino 2 años y pico, que el eje de la Tierra se mueve constantemente y que el Sol tiene un movimiento helicoidal para que cuadrara con que la estrella polar no se mueve de su sitio en el firmamento, algo que debería pasar si el eje de la Tierra se moviera tan rápidamente como este señor sostenía. También mencionó que la masa de un cuerpo no influye en la fuerza de la gravedad. Entonces, ¿por qué giramos en torno al Sol y no en torno a Marte? Si la teoría de este señor fuera cierta, Marte nos atraería con su gravedad gracias a su cercanía, mucho mayor a la del Sol.

Por un momento, volvimos a una época en la que la Tierra era el centro de todo y se daban explicaciones enrevesadas para explicar cosas que tenían una fácil explicación cambiando de ideales, aceptando la realidad tal y como es. Esta persona intentó que no habláramos, coartando nuestra libertad de expresión, todo porque aquello que decíamos no le convenía. Se dedicó a alzar la voz a aquellos que le contradecían y pasaba su turno de palabra para que no se manifestaran.  Está claro que estaba en una entidad privada y que estaba expresando su conocimiento, totalmente contrario a los que miles o millones de científicos conocen, pero también ha de aceptar las críticas que le vinieron desde el público, ese público que él pensaba que iba a callar y a tragar. Lo malo es que se encontró con 3 personas que le pararon los pies y le dijeron las cosas como son en realidad.

Parece ser que todos estamos siendo engañados y que las cosas no son como dice la ciencia, sino que la realidad es aquella que mantiene su fundación, la “Fundación Cónido”, con 14 años de investigaciones, algo que tampoco es cierto ya que fue creada en 2002. Yo quiero aprovechar la oportunidad que me brindan los medios de comunicación para ejercer también mi derecho a expresarme, pidiendo a entidades de elevada reputación, como es el Club Náutico de Torrevieja, que no permitan que este tipo de personas intenten manipular el conocimiento de esas personas que, como yo, van a este tipo de conferencias pensando que las imparte un experto en física de la materia y que se encuentran finalmente con un pseudocientífico que coloca miles de fórmulas en la presentación a modo de “esto lo demuestra y os lo tenéis que creer”, frase que salió de su boca. Pediría un poco de control en las conferencias o más veracidad en la información publicitaria de este tipo de eventos. Como dije al principio, sólo soy un simple aficionado a la ciencia, pero mi versión la pueden corroborar más personas más capacitadas que también asistieron. También, a través de internet, se puede buscar el nombre del conferenciante y verán lo que dicen de esta persona. Porque vivimos en el siglo XXI, no podemos dejarnos engañar por falacias que vierten esas personas que enuncian sus teorías sin poder contrastarlas o demostrarlas con la realidad tangible.

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