Sanitarios, fuerzas de seguridad, protección civil y otros colectivos, no pueden soportar el actual ritmo sin descansar, ni conciliar un poco sus vidas
Fernando Guardiola
Durante todo el día del pasado sábado varias unidades Ejército procedentes del acuartelamiento de Rabasa, estuvieron patrullando las calles de la ciudad. Se trataba de asegurarse de que se estaban cumpliendo las normas que se habían dado en Decreto del Estado de Alarma instaurado por el Gobierno de la Nación el pasado sábado 14 de marzo. Muchas personas albergaban la esperanza de que esta presencia se prolongara, a cuyo deseo me uno. Estamos viendo que en ciudades, como Orihuela y otras de menos entidad que la nuestra la UME, se encarga de desinfectar la totalidad de centros de mayores y lugares de gran aglomeración de público, cosa que en nuestra ciudad se está haciendo con medios municipales y que daría un margen de actuación más amplio a la empresa que lo realiza.
Además Torrevieja tiene un término municipal pequeño pero muy diseminado en urbanizaciones y complejos urbanísticos y es imposible a todas luces que la Policía Local y la Guardia Civil, cuya área de acción se extiende por media Vega Baja, puedan contener a tanto irresponsable como cada día estamos viendo que se delatan en las redes sociales.
Alabamos y aplaudimos el trabajo tanto de la Policía, la Guardia Civil y Protección Civil, sanitarios, conductores de ambulancias, y ese largo etcétera de personas que están al pie del cañón, pero esto va para largo, ya que ayer mismo el gobierno va a pedir al Parlamento la ampliación en 15 días del Estado de Alarma, y eso va a ser difícil de aguantar. Nuestros sanitarios, miembros de Seguridad y Sanitarios, llevan una semana y están agotados física y mentalmente, … no hay cuerpo humano que pueda aguantar ese ritmo durante tanto tiempo, por ello creo que sería un desahogo la presencia del ejército.
Por eso creo que en una ciudad de la que ya nos hartamos de decir que es la quinta de la comunidad, necesitamos que el ejército de cualquier arma, eche una mano. Queremos trabajadores al servicio del pueblo, queremos fuerzas de seguridad incansables, no héroes que se dejen la salud y que puedan conciliar un poco su vida si tienen un poco ayuda, héroes vivos y contentos, no cansados y desmotivados.
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