Álbum, pinchando sobre la foto
El teatro Municipal ofreció ayer, dentro de la programación cultural de este cuatrimestre el espectáculo musical, escrito y dirigido por Juan Carlos Rubio “El novio de España”. Mientras el público iba tomando asiento, la voz inconfundible locutor del Noticiario del Régimen de Franco NO-DO, nos puso en situación de la época en que se desarrolla la obra. La acción se sitúa en 1952, un poco antes de que a la España franquista se le diese entrada en la ONU.
Amigos
En un plató de cine vuelven a juntarse los ya amigos Carmen Sevilla y Luis Mariano. Los acompaña Felip, el amante de Luis. El cantante vasco, afincado en Francia, le pide la mano a Carmen Sevilla, esperando que al casarse con la “novia de España” conseguiría el estatus necesario para solicitar al régimen que sus padres puedan volver del exilio.
Entre canciones que forman nuestra educación sentimental:, se fueron sucediendo “Milagro de París” (de la película Violetas imperiales), “Ezin Ahaztu”, “El morrongo” (de la revista Enseñanza libre),” Carmen de España”, “C’est Magnifique”, “Ay, Carmela”, “El rossinyol”, “el Dúo de Felipe y Mari Pepa” (de la zarzuela La Revoltosa),” Violetas imperiales”, la famosa “Con el vito”, el cuplé “La pulga”, o la inolvidable “Volver”, entre otras, interpretadas con voz en directo con las voces deliciosas de Carmen Raigón, Christian Escuredo, Didac Flores y Marta Valverde, que hace un equívoco pero rotundo personaje, la “Marquesa de Cangas” y la música de Julio Awad.
Soñar
No faltó un guiño a esa España soñada e inimaginable bajo la dictadura, en la que las lenguas oficiales, el euskera, el gallego, el catalán y el español están presentes. Donde la diversidad sexual es reivindicada con alegría, con orgullo y en la que sus personajes. La obra, fue creciendo, tomando vuelo, desde la mera presentación del principio hasta su desenlace final con final de fiesta que dirían los flamencos.
Resaltar las interpretaciones de todos en general, pero hay que decir que Christian Escuredo, da una muestra de arte, bailando, cantado y haciendo una interpretación extraordinaria y ¡como no! esa gran actriz que es Marta Valverde, capaz de bajarse del escenario y mezclarse entre el público haciendo que las carcajadas salieran a borbotones.
Una obra muy divertida que el público premio con una gran ovación puestos en pie, mientras los actores saludaban desde el escenario.
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