Mágica noche de copa que sobrepasó el medio millar de seguidores en las gradas y con un resultado idéntico al del pasado domingo entre ambos equipos, pero con sentido inverso.
Reconfortante escuchar en las gradas los nombres de los dos equipos y de los jugadores más destacados en otro episodio valeroso en el que ambos equipos lo dieron todo hasta el final, sin olvidar el público, que no sólo agotó la rifa, sino que honró el espectáculo dándose cita en buen número a pesar de ser las 20.00 de un día laborable.
Tantas miradas había puestas en la eliminatoria y tantos viejos conocidos dentro y fuera de la cancha y en la grada, que anecdóticamente pareció que muchos jugadores se habían rasurado al milímetro previamente para estar en perfecto estado de revista, impresión que incluso también causó el corte de pelo del trencilla.
El Torrevieja embotelló a su oponente en la primera mitad, aunque su dominio no se transformó en muchas ocasiones. Fue una internada de Cases por la izquierda la que encontró el buen control de Fredrik, que se la acomodó a la puntera de la derecha para remachar. Mérito de ambos porque los dos jugaron a pierna cambiada, una situación que da ventaja para algunas opciones pero que dificulta a veces otras maniobras.
El Montesinos reaccionó y antes del descanso tuvo un par de situaciones claras. En la reanudación los visitantes demostraron que tienen mimbres para realizar mejor fútbol que en la primera parte, y se adueñaron de la situación, pero no supieron acertar de cara a la portería. Si bien es cierto que en el inicio el Torrevieja le quitó el balón al rival y ello fue mérito de los anfitriones, cuando el Montesinos creyó en sus posibilidades su rendimiento se agigantó.
El partido entraba en una fase de fricciones contínuas que parecían desbordarse e incluso el jugador salinero Josué fue expulsado a los pocos segundos de entrar. No obstante, con uno menos, Gonzalo sentenció llevando el delirio a la grada. Los ánimos se fueron calmando no sin antes producirse algún conato de refriega que finalmente se apaciguó.
Es de aplaudir la máxima entrega de futbolistas que al día siguiente tienen que darlo todo en su trabajo y que se juegan el físico por la camiseta en cada una de las acciones. Aunque también cabría recordar que para que la sangre no llegue al río no está demás manejar lo que los catalanes llaman “seny” y los valencianos, con matices, “trellat”.
Un histórico e inimitable seguidor del Torrevieja, Ceferino, (QEPD) acuñó una expresión muy singular que rezaba “Con cabesa y tó”. En efecto, cuando no falta pasión y se aplica la pizca exacta de raciocinio, las cosas suelen estar en su punto. Desde megafonía no se dejó de pedir aplausos durante todo el partido para los cambios de ambos equipos. Y los jugadores se abrazaron deportivamente tras el pitido final.
Y para festejar el pase, al Torrevieja no se le ocurrió otra cosa que, con algarabía, mantear a Josué para quitarle hierro a su roja. Hay una célebre frase cuya autoría se ha atribuido a Valdano, a Sacchi e incluso a Menotti: “El fútbol es la más importante de las cosas que no importan”.
Lo que sí es seguro es que fue Bill Shankly quien creó el famoso cartel de “This is Anfield” en Liverpool, y también apuntó, no sabemos si pasándose tres pueblos o no, que “Algunos creen que el fútbol es solo una cuestión de vida o muerte, pero es algo mucho más importante que eso”
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