Crónica de Antonio Sala Aniorte
No siempre iba a salir la cruz de la moneda. En El Sisterre, contra un rival inédito, un nuevo fallo nos habría dejado en una posición todavía más crítica; de modo que el caso se asemejaba al que solventamos en Buñol. Cierto es que en la primera mitad hubimos de hacer con preocupación algunas anotaciones en el debe, empezando por el penalti —menuda plaga— que pudo haber cambiado el signo del partido. A los cuatro minutos, precisamente cuando los locales contaban con un hombre menos, al no haber sido sustituido aún el lesionado Redondo, y tras una grave falta de expedición de nuestra zaga, la fortuna nos dio un importante empujón —como seis días antes en Alcira, aunque después sufriríamos su desprecio— al lanzar alto Óscar Moreno. El partido entraría entonces en una fase de control visitante, pero sin llegar a profundizar con claridad. Al menos, consolaba que retuviéramos el balón y que no se pasaran demasiados agobios en defensa. Los de casa lanzaban balones a Elvis, que jugaba de espaldas a puerta sin que funcionara la redistribución. El Torrevieja seguía a lo suyo, esperar una combinación que abriera el panorama. Paradójicamente, fue Pantoja el que puso en apuros a su propio portero por primera vez. Era una señal de que en cualquier momento podría venir el gol.
Tuvo que transcurrir casi toda la primera mitad. Pastor se sacó de su repertorio un magistral lanzamiento cruzado en parábola que entró por la escuadra. Como en el Luis Suñer, el interior abrió la cuenta y nos ponía por delante con todas las esperanzas. Y precisamente con el recuerdo fresco de los tristes acontecimientos posteriores, hubo que cerrar filas tras el descanso. No podía repetirse la película. No aquí, no ahora. En principio, se aguantaron las avalanchas del Segorbe en la reanudación. Ayudó que tampoco éstos se desenvolvieran como un equipo fino. Y comenzaba a tener relevancia una estadística: en el primer periodo, el Torrevieja (además del penalti) sólo había cometido una falta. Pues iban pasando los minutos del segundo y se mantenía en blanco ese casillero. No eran necesarias las infracciones para conservar la ventaja, lo cual era síntoma de que las cosas funcionaban medianamente. Los de Cháfer tuvieron su gran oportunidad en un balón rebotado que llegó a los pies de Joan, pero éste lo mandó a la parte superior del travesaño. El imprescindible segundo guiño de la fortuna se había producido. Poco después, Buba se echó abajo para rechazar el testarazo de Andrés. En adelante, no cabían más concesiones para embolsarnos este vital triunfo, para lo cual resultó fundamental la recuperación del sitio en el campo.
Varios ataques salineros concluyeron con golpe franco cerca del área. Era evidente que los segorbinos se hallaban lejos de tomar las riendas. En un saque de esquina, Hugo Salamanca estuvo a centímetros de aumentar la cuenta. Algo que, con la inestimable ayuda de Damián, consiguió Pastor, en otra acción pletórica de calidad. El 0-2 se antojaba ya demasiada diferencia para los de blanco. Éstos terminaron cediendo espacios y viendo cómo los torrevejenses amagaban o completaban contragolpes. Lewis mandó al poste otro tiro libre directo. Como venimos escarmentados, todavía no dábamos nada por hecho; ya se sabe cómo cambia un encuentro y las vueltas que puede dar en poco tiempo. Pero no sería esta vez. Ante un Segorbe inofensivo y además errático, Matheus aprovechó un regalo —el árbitro desautorizó al juez de línea, que había levantado el banderín, por haber sido el pase de un contrario— en inmejorable posición para devolver los corazones a su ritmo normal. Estos tres puntos ya no iban a escaparse. Si hubiéramos tenido que elegir entre ganar en la jornada anterior o en ésta, sin duda habríamos preferido anotarnos este resultado, porque era aquí donde había que ganar. Queda mucho por construir, porque esta victoria no suaviza, salvo en el aspecto moral —que es muchísimo—, las menguadas condiciones de la plantilla, que continúa sin competir en condiciones normales. Por ello tiene mucho más mérito todo lo que obtiene.
FICHA TÉCNICA
Categoría: Tercera División. Grupo: sexto (Valencia). Temporada: 2016-2017. Jornada: 14.
Estadio: El Sisterre. Fecha: sábado 29 de octubre de 2016. Hora de comienzo: 18.33.
Club Deportivo Segorbe: Kilian, Ros, Joan, Bily, Redondo (Andrés 6’), Gallego, Fayez, Pantoja ©, Elvis, Borja Tárrega y Óscar Moreno (Fede 45’). No jugaron: Carlos, Fortea y Luca. Entrenador: Juan José Cháfer García.
Club Deportivo Torrevieja: Buba, Vicente Boix, Luis Carlos, Juanmi, Carrasco, Dani Salazar, Pastor, Buza (Damián 62’), Matheus, Lewis © y Hugo Salamanca (Booker 83’). No jugaron: Eneko y Martín. (Sin entrenador en el banquillo).
Árbitro: López de los Mozos Merino, de Valencia, auxiliado por Cerdán Gómez y Torres Fernández. Amonestó a los locales Joan y Ros y al visitante Matheus.
Incidencias: Primer enfrentamiento oficial entre ambos clubes. El Segorbe, derrotado por el Almoradí en la última eliminatoria de ascenso, fue invitado por la Federación para ocupar la plaza que dejó en Tercera División el Huracán Valencia. Redondo hubo de retirarse lesionado. Se encendieron los focos del estadio a los once minutos de comenzar el partido. El Torrevieja, que consigue su segunda victoria del campeonato (ambas fuera de casa, si no contamos la derrota administrativa de la primera jornada), endosa al Segorbe el puesto de colista.
Goles: 0-1, 42’: Pastor recibe de Luis Carlos en el vértice derecho del área, recorta a un defensor y coloca un lanzamiento en parábola por la escuadra contraria. 0-2, 70’: Pastor controla en el área un pase en diagonal de Damián, recorta a Pantoja y dispara por el primer palo. 0-3, 81’: Matheus recoge en el área un pase atrás erróneo de un jugador local, regatea al portero y dispara ajustado al primer palo.
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Filed under: Actualidad, Deportes | Tagged: CD Torrevieja, Segorbe |
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