El cuadro salinero bate 0-3 al Guardamar y pasa de rondan Guardamar
Mágica noche de copa con un derby que prometía y no defraudó. El Torrevieja se impuso a un combativo Guardamar que no mereció un correctivo tan abultado. Los primeros chispazos de la noche ya recordaron los fieros duelos de antaño entre ambos municipios.
Con la atmósfera especial que solo brindan las competiciones por eliminatorias, el equipo local salió en tromba aupado por un público muy identificado con el Guardamar. El graderío, con nutrida presencia de los equipos locales de base y vecinos del pueblo, aupaba a los jugadores referencia del deporte anfitrión.
Los locales salieron a por el partido e incluso sus hombres de atrás se incorporaban como puñales para asediar a un Torrevieja que salió indemne con apuros de los primeros enviones. Pero el equipo de Carlos Pérez mostró la personalidad necesaria para no descomponerse. Ahí es donde dio el paso definitivo para afianzar su futuro en el partido y no anclarse en un pasado no muy remoto donde los equipos torrevejenses salieron trasquilados más de una vez en la hostil, deportivamente, bombonera guardamarenca.
A pesar de la adversidad, los salineros no renunciaron a sus señas de identidad y el premio gordo llegaba con la arquetípica jugada que debería ser difundida en las escuelas de la materia balompédica. 0-1 de Gonzalo en el 17, aunque sería injusto no mentar al resto de compañeros que iniciaron la brillante combinación, comenzando por Fredrik. El equipo rojillo se revolvió estrellando un cabezazo en el palo mediante Nino pero fue Gonzalo nuevamente quien a pase de Manu Amores firmó el de la teórica tranquilidad. Con 0-2 se llegaba al descanso.
Al igual que otros partidos, en la reanudación el Torrevieja se asentó mejor y llegó un chut de Josué que a punto estuvo de significar el tercero. Pero tuvo que ser Lukitas, un quebradero de cabeza para la defensa rojilla, quien marchándose de su par asistiera para que Liam redondeara el definitivo 0-3. Y se repitió el guión del último partido en Orihuela, cuando con 0-3 los salineros, esta vez mediante Liam, marraron una pena máxima a su favor.
Sin duda, una victoria que afianza el presente y fortifica las ilusiones de un Torrevieja que de un plumazo enterró viejos fantasmas del pasado balompédico salinero en las Rabosas, campo ahora denominado José García Campillo. Dicen que quien no conoce su pasado está condenado a repetirlo, y sea como fuera, cabe recordar que el SC Torrevieja se fundó el 1 de septiembre de 2020, por lo que también es lícito ilusionarse de sobra con el futuro. El triunfo otorga el pase al equipo torrevejense a la siguiente ronda de “La Nostra Copa” de la Federación Valenciana.
Guardamar SCD 0
SC Torrevieja 3
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