Objetivo Torrevieja

Álbum, pinchando sobre la foto

El Salón principal de la Sociedad Cultural Casino de Torrevieja, acogió la primera de las Conferencias de Junio Medioambiental 2018. El acto contó con la presencia del Alcalde de Benferri, Luis Vicente Mateo; la Concejala de Mario ambiente, Fanny Serrano; el coordinador de la UA, José Norberto Mazón; el Gerente de Agamed, José Manuel Nadal; el biólogo municipal, Juan Antonio Puyol y la vicepresidenta del Casino, Rosario Soler. Tras la presentación del acto dio inicio la Charla coloquio de José Díaz, director y protagonista de la película “100 días de soledad”, que pudimos visualizar anoche y de la que dimos debida cuenta. En el trascurso de la misma, Díaz. Narro minuciosamente como de desde hace unos 25 años vino a vivir a esta zona y cuando tras varios años viviendo aquí, regresó a Asturias, cumplió el sueño de comprar una cabaña. La suya está a dos horas del pueblo más cercano. No tiene nada, ni agua corriente, ni luz, etc. Intentó tener lo justo para vivir, no vivir para trabajar una máxima de la que vive convencido desde la prematura desaparición de su hermano. Todos los jueves subía a la cabaña y se acostumbró a estar allí hasta tal punto que se hizo conocido en la zona. Contó como anécdota que cuando llevo a su cabaña, a una pareja, interesada en conocer el parque natural de Redes, no supo quien era hasta el final: la hija de Félix Rodríguez de la Fuente. Por esas fechas escribió su primer libro “Mi cabaña, mi mundo”. El mayor descubrimiento del parque de Redes, fue descubrir el inmenso patrimonio de que disfrutamos los humanos y el contraste tan enorme entre la vorágine de la ciudad y la Paz de la montaña. Se comenzó a interesar por la vida de los pastores y dio lugar a un segundo libro “Sentido”. En una cena comentó el coste del libro y de nuevo cuando volvió a la montaña, se encontró con que gente anónima del Pueblo recaudó 12.000 €. Un tiempo después publicó su tercer libro “Entrar al paraíso”. Colaboró en el documental “Cantábrico”, pero su trabajo se descartó. Aunque el director le dijo que cuando surgiera algo interesante lo llamarían. Pensó que en la cabaña y su entorno se podría hacer algo grande y así nació “100 días de soledad”. Preparó durante 3 meses un dossier y llamo al productor José María Morales y tras una cena se lo presentó y enseguida lo aceptó y obtuvieron una subvención importante en la que también colaboró TVE. Preparó una cámara de vídeo; para ello tuvo que sacarse el título de “dron” que, incomprensiblemente, es como el piloto de avionetas. En noviembre de 2015 subió a la cabaña, llevando consigo, ovejas ; ovejas; 5 gallinas, un gallo y un caballo con el que acarreaba un equipo de 120 kilos de peso. Contaba también con una huerta que producía bastante. El director Gerardo Olivar le dio unas pautas. Los primeros tres días fueron de toma de contacto. En esto las ovejas se perdieron y los primeros días fueron improductivos. No sabía cómo moverse con el peso de las cámaras. Le dijeron que para un documental de 1,5 h. Tenía que rodar 30 horas y el cada día caminaba 7 horas y rodaba tres. Una vez a la semana en un punto de encuentro dejada un disco duro lleno y recogía otro vacío. Con su mujer mantenía contacto epistolar. Fue una experiencia apasionante el intercambio de cartas con su mujer y sus hijos. El huerto era productivo y domo frigorífico usaba el río. Fue una época muy buena de nueces, castañas, etc. Bajo 8 kilos. Y hasta el día 50 fue muy duro físicamente. Hizo un diario donde en la última fase quiso plasmar sus sentimientos. Hasta el día 70 u 80 se encontraba muy a animado y muy bien, pero a partir de ahí se hizo mucho más pesado. Las labores como cuidar los animales y cocinar se llevaban mucho tiempo. Por eso para acelerar el final y disponer de más tiempo, en un día cocino todo lo que tenia. Hizo 15 fabadas; 15 raciones de lentejas; etc. Para poder hacer los grandes desplazamientos y utilizar el dron, con el que nos ofreció unas preciosas imágenes del parque. El último día lo preparó todo para el encuentro con su familia y organizó un concierto de música clásica con 350 personas. El trabajo importante vino después. Tras la conferencia se abrió n interesante turno de preguntas que fueron atendías por José Díaz con amabilidad.

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