La campaña cuenta con una subvención de 15.000 euros de la institución provincial para sufragar gastos de desplazamiento y atención a los menores
Recepción saharauis
El presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, ha recibido esta mañana en el Palacio Provincial a los integrantes del programa ‘Un verano en paz’, una treintena de niños y niñas saharauis que pasan los meses de julio y agosto en régimen de acogimiento con familias alicantinas.
La campaña se enmarca en los proyectos dirigidos a la población infantil y juvenil de los campos de refugiados saharauis promovidos por la Coordinadora de Asociaciones Solidarias y cuenta con una subvención de 15.000 euros de la Diputación. La colaboración está encaminada a sufragar los pasajes de avión de los menores, así como otros gastos de desplazamiento y atención relacionados directamente con el proyecto.
Recepción saharauis
Mazón ha destacado el valor de esta iniciativa, “una acción muy beneficiosa con la que mostramos la cara más solidaria de la provincia y fomentamos el acercamiento humanitario entre el pueblo saharaui y nuestro país. Este gesto es un ejemplo de colaboración para impulsar proyectos que redundan en beneficio de la sociedad respaldando a los colectivos más vulnerables”, ha resaltado. El presidente, que ha agradecido a las familias de acogida su colaboración, ha estado acompañado por la diputada de Voluntariado y Cooperación, Teresa Belmonte, por la presidenta de la Coordinadora Provincial de Acciones Solidarias con el Pueblo Saharaui, Ángela Carrillo, y por el delegado saharaui del colectivo, Lehbib Alisalem.
Recepción saharauis
‘Un verano en paz’ tiene, entre otros objetivos, la finalidad de que los menores disfruten de un entorno diferente al que viven el resto del año en los campamentos de refugiados de Tinduf, además de mejorar su alimentación, acorde con las necesidades básicas y con los valores nutricionales y facilitar el acceso a una atención sanitaria general.
Como consecuencia del COVID 19, las anualidades 2020 y 21 del programa se cancelaron y en su lugar se desarrolló el proyecto ‘Par oladna’ (para nuestros hijos), con el que se atendió a distancia a los menores que hubieran venido a España -así como a sus familias y comunidad de residencia- enviándoles suministros y material a los campamentos de refugiados.
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