De los más pequeños a los más reticentes a estás “modas”, se rindieron a la evidencia de un fenómeno que ya no tiene punto de retorno
Fernando Guardiola
Fotos: Pedro Grima, Alfonso Pascual, Ferfos
No hace muchos años, cuando llegaba el 31 de Octubre, los españoles celebrábamos la víspera del día de Todos los Santos, con las típicas tradiciones gastronómicas de esas fechas, como los huesos de Santo, la primera carne membrillo, o comiendo los olorosos frutos de ese árbol, del que por cierto cada día hay menos, y como no, los más pudientes se iban a los Teatros de postín a ver la representación de “Don Juan Tenorio” de Zorrilla, o los más, nos sentábamos alrededor de la televisión a ver que actor o actriz, eran los encargados ese año de representar los papeles principales de esa obra (aún se recuerda la versión de Paco Rabal y Cocha Velasco). A otro día, nos zumbaba en nuestras cabezas la famosa escena del sofá de Don Juan y Doña Inés, cuando el amor estaba en todo su apogeo y se decían con empalagosa cursilería aquello de: “No es verdad ángel de amor, que en esta apartada orilla, más clara la luna brilla y se respira mejor”. Con ese aperitivo al día siguiente se realizaba la masiva visita a los cementerios. Pero mira por donde, llegan los años 70 y sobre todo en los ochenta, cuando a través de la pequeña pantalla, nos llegan masivamente series y películas norteamericanas, donde vemos que ellos en esa noche se disfrazan de muertos vivientes, vacían calabazas, para realizar calaveras iluminadas con velas, de un aspecto que a mi particularmente siempre me la “repampimfló”. Nunca le he visto la gracia, ¡Lo siento!, … I’m sorry, para nuestros residentes hijos de la Gran Bretaña. Y en este santo país, llamado España, donde todo lo que sea juerga y diversión lo adoptamos como propio, y si ello conlleva negocio, mejor que mejor, pues no iba a ser menos esta fiestorra, y en poco más de una década, nos hemos vuelto más papistas que el Papa y más británicos que el sostén de Isabel II y celebramos la noche de Halloween, o “Noche de las brujas”, con el mismo entusiasmo que si fuera la más ancestral de nuestras tradiciones. La llamada Noche de Brujas o Halloween (Jalouín) es una fiesta que se celebra principalmente en Estados Unidos, norte de México, algunas provincias de Canadá, Irlanda y el Reino Unido en la noche del 31 de octubre. Tiene origen en la festividad celta del Samhain y la festividad cristiana del Día de todos los santos. El día se asocia a menudo con los colores naranja y negro. Las actividades típicas de Halloween son el famoso truco o trato y las fiestas de disfraces, además de las hogueras, la visita de casas encantadas, las bromas, la lectura historias de miedo y el visionado películas de terror. Pues bien con estos mimbres, ayer en Torrevieja al caer la tarde, las calles se llenaron de haraposos, fantasmas, muertos y aparecidos que enfilaban rumbo a los locales de moda, o casas particulares donde se organizaron los más variopintos “putiferios”. Para empezar ya a primera hora se celebraron los más inocentes de los colegios para los más pequeños, pudiendo un equipo de este medio visitar el Colegio Habaneras y una institución tan emblemática como el Real Club Naútico, que organizaron sus particulares fiestas decorado a tal efecto, con telarañas y ambiente tétrico, cada rincón al igual que el Kiosko de Sergio en el Parque del Salinero, donde cientos de niños, iban disfrazados, a la manera que los mismos padres hubiesen querido para ellos, porque las pobres criaturas disfrutar lo que se dice disfrutar vestidos de haraposos personajes pues no te digo que lo “fliparan” aunque tuvieron como siempre sus juegos infantiles, su merienda, su sorteo de regalos, sus bailes en corro, en línea y al tún tún, para al final abrir la “piñata”. Eso sí los papás lo pasaron en grande, viendo a sus pequeños muertos vivientes, resucitados y demás monstruitos bailar al son de la música. No fue de mejor enjundia la fiesta terrorífica que montaron el “El Rinconcico”, donde hasta el “gato” se despitorró a cuenta de los disfraces más tétricos. No podíamos obviar una visita a los más mayores que en la macrodiscoteca y encabezados por la concejala de tercera edad, Inma Montesinos, de irreconocible aspecto, tuvieron una espléndida Fiesta de disfraces de miedo, del que tuve el honor de ser jurado y donde pude dar fe de que lo pasaron “chupi piruli” como diría la presentadora de los “ojos distraídos”, Leticia Sabater. A todo esto en las instalaciones del CIAJ, medio centenar de jóvenes, desde las siete de la tarde, estuvieron “decorándose” para la ocasión, procediendo a eso de las nueves y media a realizar una “Marcha Zombi” que transcurrió a los largo del Paseo de la Libertad, Vista Alegre, Constitución, Caballero de Rodas y Plaza de la Ermita, apabullando a todos los viandantes que quedaban “patidifusos” ante semejante visión propia del trailer de Michael Jackson. “Objetivo Torrevieja” fue invitado también por el restaurante “Las jarras” donde tuvo lugar una cena-baile donde los comensales iban ataviados con sus “mejores galas” y donde el que suscribe se quedó “como la que se tragó el cazo y se descostilló por vérselo”, del lujo y poderío que rezumaba cada disfraz que aún siendo los comensales de lo más conocido y popular de nuesro pueblo, en algunas ocasione no dí a saber quienes eran, por último ya entrada la madrugada, quisimos rematar la noche en la Jaima del Puerto para vivir con ellos esa noche y en verdad que aquello fue “de miedo”, como en los sitios de postín, no se conformaron con uno, sino dos cementerios, con sus lápidas de mármol,… pero ¡oiga!, de verdad, de las verdades, … ¡joer!. En la zona de las camas se recreó la boda de unos fantasmas y alrededor del camposanto, había impresionantes catafalcos, con muertos de toda calaña, como el capitán pirata, o la niña de exorcista. Las mesas decoradas para la cena, “lucían”, ratas y otras exquisiteces que desde luego no ayudan a abrir el apetito. Todo ello en un ambiente “musical” lleno de alaridos, lamentos, quejidos y “ruidos tenebrosos”, que atrajeron a un buen número de amigos a unirse a la noche de miedo que les prepararon sus anfitriones. Así acabamos nuestra visita a estos lugares en la que sería el final de una noche de esas en que estas deseando llegar a tu casa para hacerte un auto exorcismo y volver en sí, tras las “angustiosas” experiencias vividas en la noche, acabando s nuestra particular noche de Halloween, entre risas, sustos y miedo,… mucho miedo.
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Filed under: Actualidad | Tagged: Fiestas, Halloween, torrrevieja |
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