Objetivo Torrevieja

Merecido homenaje de despedida al que fuera durante trece años fundador y presidente de la formación musical por excelencia de la ciudad

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El Auditorio Internacional, se volvió a vestir de gala, para que la Orquesta Sinfónica de Torrevieja llenara de calor con sus notas la fría tarde de ayer. A los mandos de la batuta de su director José Francisco Sánchez, sofreció el tercer concierto de la temporada 2022-23, que estuvo estructurado en dos partes. En la primera y por enfermedad del solista Stanislav Tkach, se cambió el repertorio a última hora, haciendo un esfuerzo digno de elogio por parte de todos los músicos, para la que José Francisco Sánchez, eligió una hermosa selección de oberturas, cuál de ellas interpretadas con mayor compás y sentimiento, como: Las bodas de Fígaro (Obertura) de W. A. Mozart; Los esclavos felices (Obertura) de J. C. Arriaga: Egmont (Obertura) de L. V. Beethoven; La Traviata (Obertura)de G. Verdi y El barbero de Sevilla (Obertura) de G. Rossini. En la segunda parte se ofreció la compleja Sinfonía N.7 en La mayor, Op. 92 con los movimientos I-Poco sostenuto-vivace, II-Allegreto, III-Presto y IV-Allegro con brio.

Toda la Orquesta brilló con luz propia,  destacaron en particular Francisco Valero (oboe), Alicia Burgos (flauta), Francisco Garres (Clarinete), Daniel Meseguer (fagot) y David Arce (trompa) en los momentos solistas de las Oberturas de “Egmont” y “El barbero de Sevilla”, así como toda la Orquesta en la Sinfonía del Inmortal Beethoven.

Como es una constante en cada concierto, el entendido público asistente, ovacionó merecidamente a la Orquestas, respondiendo su director, la repetición del último movimiento de la Sinfonía nº 7 que el público agradeció puesto en pie.

Homenaje a Pelayo Mellado Jiménez

En el intermedio del concierto, tuvo lugar un merecido homenaje al que fuera uno de los fundadores de la Orquesta Sinfónica de Torrevieja y durante trece años su Presidente, Pelayo Mellado Jiménez. El sencillo acto que se desarrolló entre los calurosos aplausos del público que llenaba el Auditorio Internacional, tuvo como protagonistas, a la actual presidenta, Mamen Mateo, al director de la OST, José Francisco Sánchez, el miembro de la Junta Directiva, José David Lorenzo y es especial su esposa Fátima, que recibió un ramo de flores, mientras a el se le entregaba  una placa conmemorativa del acto.

Pelayo Mellado, quiso hacer algo en su despedida que no ha considerado consecuente hacer en un concierto de la Orquesta, como era ofrecer unas palabras, pero no quiso despedirse sim expresesar lo que sentía en esos momentos con estas palabras:
“En primer lugar agradecer a la Junta Directiva de la Orquesta este detalle conmigo. Nunca me han gustado estos actos, de hecho, en los 13 años que he sido presidente no se ha hecho ninguno, pues siempre he considerado que aquí se viene a escuchar música y no discursos. Para eso ya tenemos a los políticos y las conferencias.

Pero mira por donde hoy entro en contradicción conmigo mismo. Dicho lo cual, encantado de estar aquí, en un magnífico auditorio, acompañado de todos vosotros. Quiero aprovechar para rendir un humilde tributo al alcalde que hizo posible la construcción de este edificio, Pedro Hernández Mateo, al que le tengo un enorme aprecio. Mi reconocimiento para él.

También quiero recordar y agradecer a las personas que me han acompañado en esta aventura, formando parte de la junta directiva: Carmen Olmedo, Luis Sanchez, Alfonso Vilella, Julia Cánovas, Antonio Montesinos, También a Pepe Sánchez, padre de nuestro director, todos que estáis entre el público, y otros que me puedo dejar. Y especialmente a Yves Van Cattendyck y José Vicente Berna, con los que he compartido muchas horas de ilusión y trabajo. Hemos sido como una asociación de jubilados, pero organizados como una empresa.

En mi caso me prejubilé muy joven, y en esta actividad compaginé un trabajo con una afición, lo cual es una suerte. Para mí ha sido especialmente grato porque me ha permitido convivir con jóvenes, y no unos jóvenes cualesquiera, sino muy especiales, con inquietudes, y grandes objetivos.

Ha sido muy enriquecedor trabajar con vosotros, y a todos, a los músicos, y los de la orquesta joven (que hoy no están aquí), y especialmente a nuestros directores, José Francisco Sánchez y Adolfo Arronis, director de los jóvenes, muchas gracias por todo. Pido un fuerte aplauso para ellos.
También a los socios. La música es una interacción entre dos: los intérpretes y el público. Gracias, pues me he sentido apreciado por vosotros.

Para terminar, Para mí, estos años han sido muy gratificantes, pues no solo he dedicado mi tiempo a algo que me gusta, LA MÚSICA, además he conocido a muy buena gente, entre los socios y los músicos. Me llevo muy buenos recuerdos y buenos amigos.

También me voy satisfecho, porque entre todos hemos hecho un gran proyecto colectivo. Con escasos recursos hemos hecho algo grande para una ciudad como Torrevieja, dando satisfacción a un colectivo muy importante en nuestra ciudad, como son los residentes extranjeros. Gracias Mamen y a toda la Junta Directiva. Estoy seguro que he dejado el testigo en buenas manos, consolidareis lo hecho y lo ampliareis.

Gracias a todos, y espero que sigamos viéndonos en muchos conciertos”.

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