Objetivo Torrevieja

Salir de costalero en los pasos de Semana Santa puede producir lesiones, de ahí la importancia de realizar ejercicios de estiramiento y movilidad antes y después de las procesiones y durante los relevos

Gimnasio de rehabilitación – Hospital de Torrevieja

Los profesionales de la Unidad de Fisioterapia de los Departamentos de Torrevieja y Vinalopó, conscientes de los riesgos de carga que han de soportar cofrades y costaleros, ofrecen una serie de sencillos consejos para reducir, en la medida de lo posible riesgos y lesiones, evitando complicaciones posteriores más importantes.
Salir de costalero en los pasos de Semana Santa puede producir lesiones, de ahí la importancia de realizar ejercicios de estiramiento y movilidad, antes y después de las procesiones y durante los relevos, con el fin de potenciar la musculatura de las piernas, la espalda y el abdomen. Los expertos recomiendan utilizar protección en las zonas con mayor riesgo de sufrir lesiones, como por ejemplo en los vendajes funcionales o fajas y mantener la mirada al frente evitando aumentar la curvatura del cuello. Los hombros deben permanecer relajados y el tronco erguido con la espalda recta. Es conveniente mantener la musculatura abdominal contraída para que realice la función de faja lumbar.
Además, es muy importante beber abundante agua o bebidas isotónicas durante el esfuerzo físico y utilizar un calzado cómodo y flexible, sin usar tacones altos o zapatos muy planos. Así, es aconsejable apoyar el peso por igual sobre la planta del pie, evitando hacerlo únicamente sobre el lado externo o interno del mismo.
Durante la procesión, existen una serie de pautas que deben tenerse en cuenta en caso de parada; no mantener los pies juntos, separar mínimamente las piernas y bascular el peso del cuerpo de una cadera a otra, así como dar pequeños pasos sin moverse del sitio.
En caso de ir descalzo, es recomendable intentar apoyar el pie en zonas lisas para evitar fascitis plantares y talalgias.
Tras la procesión, es recomendable estirar muy bien la musculatura tanto de espalda como miembros inferiores para lograr alcanzar una mayor relajación, poniendo frío en aquellas zonas en las que haya aparecido una mayor sensación de sobrecarga o dolor. En caso de que transcurridos más de tres días persistan los síntomas, es importante acudir al fisioterapeuta para una primera valoración y tratamiento.

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