Álbum, pinchando sobre la foto
El Auditorio del Centro Cultural Virgen del Carmen se llenó, dentro de las restricciones que sufrimos por la pandemia, de un público ávido de actos culturales de los que hemos estado privamos durante tanto tiempo. En esta ocasión fue la Joven Orquesta Sinfónica de Torrevieja la que no ofreció un concierto, que hasta los más entendidos, calificaron como excepcional.
Un programa ágil, cuajado de grandes solistas, fue primordial para que en poco más de hora y media, nos impregnáramos del espíritu de la música de los grandes maestros como Vivaldi, Mozart, Fauré o Reinecke.
Dirigidos por Adolfo Arronis, el concierto arrancó con el “Concierto para dos violines en la menor RV 522” (Allegro), de Vivaldi con los solistas Marina Serrano y Víctor Manuel Antón Ferrández. Continuó con el “Concierto en sol menor para dos cellos RV 531” (Allegro), también de Vivaldi, con los violonchelos, Adolfo Arronis Ruiz y Celia Sánchez Muñoz, que realizaron el bis, Fragmento del segundo movimiento de la “Sinfonía del Nuevo Mundo” de Dvorak .
En tercer lugar se nos ofreció el “Concierto para Violín en sol mayor K.216” (Allegro), de Mozart con la violinista Marina Serrano García, una pieza larga en su duración pero ejecutada con una fantástica armonía. Tras ella pudimos disfrutar del “Concierto para Oboe en do mayor K.314” (Allegro aperto) de Mozart, con la solista Manuel a Candela Muñoz, que estuvo realmente soberbia en el dominio del instrumento.
La solista Celia Sánchez Muñoz, al Violonchelo, nos ofreció la “Elegía para Chelo Op.24” de Fauré, cerrando el concierto una preciosista “Balada Op.288” de Reinecke, con María José Espinosa Lorente a la flauta.
El público, entre los que se encontraban los concejales del equipo de gobierno, Sandra Sánchez y Antonio Vidal, junto al presidente de la OST, Pelayo Mellado, reconoció la calidad del concierto aplaudiendo a en pie a los solistas, que junto a una orquesta que ayer sonó como nunca, nos muestra en cada concierto los avances que cada día fruto de sus trabajos individuales alcanza.
Unos jóvenes que disfrutan y viven para la música y cuyo mayor premio, aparte de esos cálidos es aplausos, es su participación en las grandes orquestas de la Región. Desde “Objetivo Torrevieja” nuestra más sincera enhorabuena, a todos y cada uno de sus componentes, en especial a los solistas que estuvieron sublimes y a su director, Adolfo Arronis, que cada día nos sorprende con la elección de unos programas originales y de una ejecución magistral.
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