Objetivo Torrevieja

Fernando Guardiola

Cecilio Gallego -Asesinado por ETA en verano de 2002

No escribo estas líneas con indignación, que podría. Ni reclamo nada que no sea justo, que podría. Aunque lo que si puedo sentir es perplejidad ante los hechos que se están sucediendo en el transcurso del juicio por el que 10 años después del atentado que ETA provocó en el verano de 2002 en Santa Pola, se esta juzgado al comando que lo provocó, llamado pomposamente “Comando Argala” y cuyos miembros que se sientan en el banquillo son Andoni Otegi y Oscar Zelarain. Pues bien, después de varios días de juicio, seguido con un despliegue mediático excepcional, es penoso, muy penoso, que cada vez que aparece la información del juicio en televisión, se nombren a todos y cada uno de los implicados y con especial énfasis en la niña que falleció en tan inhumano atentado, Silvia Martínez Santiago, cuya madre Toñi, ha descrito con toda la crudeza, realismo y dolor de madre las últimas horas de la pequeña. Pero, y aquí viene mi reflexión,… ¿Porque en la mayoría de estas televisiones a la hora de hacer referencia al atentado se limitan a decir, “el atentado donde murió la niña Silvia Martínez y un anciano que esperaba el autobús”?. Y no es la primea vez que lo oigo. Con todos mis respetos a la niña fallecida y el dolor de sus padres,… ese “anciano” ni era “anciano” ni era un número. Se llamaba Cecilio Gallego Alaminos y tenía 57 años, llenos de una vitalidad, que para sí quisieran muchos jóvenes de hoy. Era un “puntal” en ese momento de la vida deportiva y cultural de Torrevieja. Me emocionó en la tarde de ayer, en que Torrevieja estuvo en el punto de mira nacional por el sorteo de la Copa del Rey de Balonmano que se celebrará el próximo mes en nuestra ciudad, que el Diputado Provincial de Turismo, Joaquín Albaladejo, tuviera unas palabras de recuerdo para él, pues seguramente sin su iniciativa, ese momento en que ayer Torrevieja saboreó las primeras páginas de la información deportiva, no hubieran existido. Al mismo tiempo que se volcaba en el Balonmano, en el momento de su asesinato por ETA, dirigía la Orquesta y Coro Salinas “Ricardo Lafuente”. Sí con 57 años, señores de la información nacional, que no se preocupan de investigar, sino es por que el relato de una madre contando las últimas horas de la vida de su hija, crea más morbo, que preocuparse por saber que el “anciano” que falleció en el mismo atentado era un “personaje” tan jovial y necesario cultural y deportivamente en una ciudad como Torrevieja, que aún hoy, diez años después de que unos desalmados se auto erigieran en jueces del destino de las personas y los bienes, se le sigue queriendo en este pueblo, se le sigue recordando y se sigue honrando su memoria. La misma que ustedes olvidan y que yo nunca entenderé.

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