Rodolfo Carmona
Concejal de GM Socialista de Torrevieja
El Partido Popular en Torrevieja siempre ha sido amigo de la política del cuchillo entre los dientes y al adversario político ni agua. De esto sabía mucho y lo practicó sin recato alguno, el otrora imperator municipal, Pedro A. Hernández Mateo. Y su sucesor, Eduardo Dolón, ha tomado buena nota de aquello. De hecho, los plenos municipales se han convertido, por parte del gobierno, en la búsqueda, en cada respuesta de los concejales del gobierno, del eterno zasca, del y tú más permanente, sea o no sea verdad -que suele no serlo- lo que se dice.
Espoleados en redes sociales por algunos asesores, troles y subvencionados a dedo de antes y de ahora, que jalean cada intervención del gobierno y atacan, desprecian y adjetivan negativamente cada intervención de los concejales de la oposición. Si no lo creen, vean las retransmisiones de los plenos a través de la página oficial del Ayuntamiento en Facebook.
Parece, para el Partido Popular de Torrevieja, que todos los males de la ciudad se generaron en los cuatro años, del 2015 al 2019, en los que el gobierno de coalición gobernó nuestra ciudad. Olvidan que el legado de los treinta años en que han gobernado fue una ciudad errática en lo urbanístico, centrada tan sólo en la zona del centro urbano, abandonada a la ambición del ladrillo y los promotores, que dejaron la situación de algunas urbanizaciones del extrarradio en el limbo legal (el caso más sangrante es el caso de Las Torretas); una ciudad sin más tejido laboral que la hostelería, sin proyectos de industrialización ni nada parecido. Casi tres décadas, que en el 2014 tocó fondo, con un ayuntamiento endeudado hasta las cejas, a un tris de ser intervenido por la Administración Central. Y que los cuatro años del anterior gobierno, hay que recordarlo y repetirlo convenientemente, sirvieron para dejar la deuda prácticamente a cero y dotar a la ciudad de un remanente que va a servir ahora para superar de manera más efectiva los estragos de la pandemia sanitaria.
Gobernar una ciudad no puede hacerse desde el pasado, desde la perspectiva del que se cree el dueño del cortijo. Los tiempos han cambiado, la ciudad ha crecido, necesitamos un nuevo enfoque en cuanto a la acción política se refiere. Pero el actual equipo de gobierno es un experto y selectivo desmemoriado que recuerda permanentemente los posibles errores del contrario y es incapaz de recordar los múltiples errores cometidos por ellos a lo largo de casi treinta años. La humildad es un rasgo casi abandonado en la política española. Bueno sería que apareciera más pronto que tarde en la política torrevejense.
Si queremos afrontar los retos del futuro que tiene la ciudad de Torrevieja muchas cosas han de cambiar. Uno de los primeros cambios habría de ser el abandono de la política del todo vale para desprestigiar al oponente político. Cosa difícil tal y cómo están las cosas. Pero soy optimista a pesar de todo. El lema de primero Torrevieja y luego todo lo demás, acabará imponiéndose. Con ello conseguiremos una ciudad más atractiva, más resiliente, más habitable, más acogedora. Una Torrevieja con voz y esperanza para todos.
Los retos del futuro necesitan del esfuerzo de todas las fuerzas políticas y de la sociedad civil. No debemos olvidarlo.
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Filed under: Política | Tagged: Carmona, grupo, Opinión, Rodolfo |
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