Rodolfo Carmona
Concejal del GMS de Torrevieja
Hay veces, en realidad la mayoría, en las que no entiendo nada de lo que sucede en la política municipal. Y me cuesta mucho rebajar el estado de asombro perpetuo en el que el equipo de gobierno local parece empeñado en instalar a la ciudadanía, en la que no pasa día en que los medios de comunicación se hagan eco de la aparente mala praxis de los concejales del Partido Popular de Torrevieja o cuanto menos, no nos hablen de situaciones presuntamente sospechosas de mandar el procedimiento administrativo en el ayuntamiento al limbo de la pillería.
Estos días, con verdadera estupefacción, y con dolor, he leído las noticias referentes al lío que se ha armado en torno a la necesaria labor de ADIEM. Y he dicho labor porque esto es lo que está en riesgo. Y esa labor es la que pretendo defender y poner en valor.
La función de la política es la de amparar y cuidar las sinergias necesarias para que las cosas funcionen, para que aquellos que aportan a la sociedad, lo contrario al ruido y a la furia en la que nos hemos instalado, tengan los elementos imprescindibles para desarrollar sus objetivos. Y uno de los agentes sociales que más están haciendo por ese cometido, junto con otras asociaciones y ONG, es ADIEM. Que realiza una fundamental labor de apoyo y asistencia a personas con diversidad funcional, así como asesoramiento y cobijo para los familiares de estas personas en nuestra ciudad. Hablamos de una labor que afecta a muchísimas personas en Torrevieja y la Vega Baja y que tanto bien ha hecho a lo largo de décadas.
No quiero entrar en entresijos administrativos, en contenciosos necesarios o no, en si esto o si lo otro o lo de más allá, en informes o en “contrainformes”. Voy a entrar y lo hago, en los cientos de personas con problemas de diversidad funcional que han visto mejorada sus condiciones de vida gracias a los profesionales que trabajan en ADIEM de Torrevieja. Una tarea que la indiferencia, la falta de sensibilidad por mejorar las cosas de Eduardo Dolón y la cabezonería del primer edil de llevarse aparentemente por delante aquello que no domina, ha puesto en riesgo cara al futuro. Sólo así podemos entender que se niegue una subvención y se trate de recuperar, no sabemos con qué finalidad, la sede que la entidad tiene cedido el uso como instalación concertada del Centro de Rehabilitación e Integración Social de Torrevieja (CRIS) sin buscar una salida razonable.
Cabe preguntarse el por qué el alcalde, que tiene en su mano arreglar esta situación con un simple cambio de ordenanza para el cual cuenta con mayoría absoluta, y estoy seguro de que la mayoría de los grupos municipales estaríamos de acuerdo, que cobije la actual situación administrativa de ADIEM en Torrevieja, no lo hace.
Cabe preguntarse las razones por las cuales Eduardo Dolón ha convertido a su gobierno en un búnker cerrado al pacto y al acuerdo, en la que todo se reduce a una campaña de publicidad permanente en redes sociales y medios de comunicación y sentarse en el sillón de sus despachos encantados de haberse conocido, sin darse cuenta de que van directos al fracaso; que nos llevan a todos al fracaso.
Cabe preguntarse por qué Eduardo Dolón no pone en marcha, lo antes posible y buscando el acuerdo con la oposición y los agentes sociales, la creación de un Consejo Municipal de Diversidad Funcional y Dependencia.
Ni la ciudad de Torrevieja ni ADIEM ni las numerosas familias a las que dan servicio merecen semejante desgobierno.
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Filed under: Política |
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