Objetivo Torrevieja

Álbum, pinchando osbre la foto

Fernando Guardiola

Hace ya cinco años que tras asistir por primera vez al Certamen de Habaneras de nuestra ciudad, escribí un pequeño artículo que bajo el título “Apoyao en el quicio”, daba cuenta del descubrimiento que habían supuesto para mi, las habaneras y el canto coral que durante aquellas ocho veladas viví, después de 20 años, por aquel entonces de residir en Torrevieja. El pasado domingo “cayó el telón”, … bueno cayó el cartel, … el que anuncia las Habaneras del próximo año, que serán sesenta, pero antes y durante siete días, ya no estuve “apoyao en el quicio” de un columna galvanizada de soporte de focos, sino “aponaico” en el privilegiado “palco” que supone la terraza de las Eras de la Sal. Hace cinco años estaba solo, y este año, me acompañaban mis fieles Pedro y Alfonso y la “Pilar Miró” particular de nuestra web, Mari Carmen Lavesa. Los primeros ejerciendo a pie de obra su misión de inmortalizar imágenes y palabras y la segunda plasmando en unos primorosos vídeos lo acontecido en esta edición. Mientras el que escribe estas letras, no ha perdido ocasión de fotografiar desde arriba, hasta el gesto más simple de todos los participantes. Pero también he tenido tiempo en casi veinte horas de estancia en mi “atalaya”, de observar como se llenaba cada noche el recinto de la Eras, Las caras satisfacción por la interpretación de algunas piezas, los gestos de sorpresa al ver aparecer algunas corales vestidos con trajes de lo más exótico, y como aplaudían a rabiar, cuando con esa sabiduría que solo dan los años de asistencia, premiaba una actuación. Yo por mi parte he tenido de todo, sentimientos que a veces de alegría, otras de emoción y algunas que por la debilidad del cansancio, se han convertido en un continuo tragar saliva y a veces en una lágrima furtiva, al escuchar algunas de mis habaneras favoritas, que también las tengo. A tu lado, Por el mar, Adiós lucero de mis noches, La llamada o Dicen que se mueren el mar, son las que hacen que al tararearlas mi voz se quiebre y un nudo apriete mi garganta. No se que sería si alguna vez tuviera que oírlas lejos de aquí, de mi querida Torrevieja, pero mejor no pensar en ello, sino disfrutarlas como lo hemos hecho un año más, quizás me atreva a decir que uno de los de más calidad. El trabajo ha sido muy duro, muchas noches en vela, tratando de hacerles llegar, sino las mejores fotos, si las más entrañables y en las que hemos tratado de reflejar, no solo lo que sucedía en el Tornavoz, sino dando protagonismo al público, a aquellos miles de personas unas anónimas y otras no, que noche a noche han llenado las Eras de la Sal, para escuchar las mejores voces del mundo coral, en el mejor de los de los Certámenes de Habaneras y Polifonía del mundo, en la mejor tierra, en la mejor ciudad, Torrevieja.

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