Dora Fernández Navarro
Concejal Grupo Municipal Socialista
Dora Fernández -PSOE
Día tras día, las malas noticias se van acumulando para todos los ciudadanos, pero especialmente para los jubilados y para las personas en situación de dependencia. Si hace unos meses el Gobierno de Rajoy decidió paralizar la incorporación de nuevos dependientes para el presente año mediante un Decreto Ley el 30 de diciembre de 2011, hace unos días anunció la supresión de una línea de financiación para la Dependencia de 283 millones de euros, lo que supone un recorte para la Comunidad Valenciana de 25 millones de euros. A esto hay que añadir un nuevo ajuste presupuestario de 10 millones de euros para Sanidad y Educación. Estos ajustes, sin precedentes en la historia de la democracia, suponen un retroceso en los avances sociales y económicos impulsados por los sucesivos gobiernos socialistas y acabarán por terminar con el Estado del Bienestar. La Ley de Dependencia, un logro del gobierno de Zapatero, constituyó un avance social sin precedentes y supuso un alivio económico para muchos enfermos crónicos con eximias pensiones, creando, a su vez, en torno a estos dependientes entre 40.000 y 50.000 puestos de trabajo.
En la Comunidad Valenciana, y durante el Gobierno socialista del País, el Partido Popular boicoteó con absoluta deslealtad institucional esta ley retrasando sistemáticamente y denegando solicitudes para reducir al mínimo este importante logro social de los socialistas.
Si los dependientes ya venían sufriendo retrasos en el pago de sus mensualidades de entre uno y dos meses, complicándoles la organización de sus vidas y de sus cuidadores/ras, con estos escandalosos ajustes, les afectará con más crudeza, sobre todo a todas aquellas personas más desamparadas, o con necesidad de asistencia pública.
La situación que vive el país, con altísimas tasas de paro, con los niveles de pobreza derivando peligrosamente hacia la exclusión social y los recursos familiares bajo mínimos, pone en peligro la paz y la cohesión social mantenidas milagrosamente hasta ahora.
El Gobierno suprime las ayudas a la Ley de Dependencia, sin embargo, perdona el fraude fiscal a los más ricos y la Iglesia queda exenta de pagar impuestos. La ministra de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, Ana Mato, parece regocijarse cada vez que aparece en los medios lanzando nuevos recortes contra los que menos tienen. Aparenta, por su sonrisa, que disfruta desmantelando el Estado del Bienstar.
Descubre más desde Objetivo Torrevieja
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Deja un comentario