Si nos dicen hace unos años que la Diana se iba a convertir en un fenómeno de masas, donde cientos de personas se levantan aún de noche para vivir la apertura del Día Grande de Torrevieja, quizá no lo hubiéramos creído. Pero la de ayer superó todas previsiones, ya que cuando aún no “estaban puestas las calles”, como vulgarmente decimos cuando el madrugón es antológico, los componentes de los salerosos acompañados de más de mil personas, iniciaron la tradicional diana, con que despertar todos anunciando el día grande de Torrevieja, el de la Inmaculada.
Una de las paradas ya “tradicionales” la hicieron en la sede de la Ong GAEX (Grupo de amigos exadictos), en la calle Caballero de Rodas 181, donde fueron obsequiados todos, como desde hace ya muchos años, con una achocolatada y buñuelos. Todo comenzó con un “loco” recorrido por las calles, parando en aquellos lugares donde tradicionalmente lo hacen, contando con la Reina de la Sal, Maribel López Cerdán, junto a sus damas Minerva Sinnema Carnecero y Lucyla Pérez Aznar y la concejal de Fiestas, Concha Sala que este año no se han perdido “charamitaso”.
La mañana se volvió loca, y una verdadera pléyade de gentes bailaba al son de una música, que lo mismo te sonaba a pasodoble, que la marcha mora, y que no dejo a nadie indiferente, al grito de ¡arrebote! ¡arrebote!¡maricón el que no bote!, se hicieron machos hasta las que iban disfrazadas de lylies. Una mañana desde luego muy divertida que cada año congrega a mucha más gente convirtiéndolo después de las Paellas en el acto más popular de nuestras fiestas.
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