Objetivo Torrevieja

Ayer 18 de Agosto comenzaron otro año más las XIV Jornadas de Teología que organizadas por la Parroquia de la Inmaculada Concepción, tienen lugar en el Palacio de la Música, durante los días 18, 19 y 20 de este mes a partir de las 20.30 h. El ponente José Román Flecha, profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca, hablará sobre la 3 Virtudes Teologales, del porque la vida de Fe, Esperanza y Caridad es actualmente un reto.

En la jornada de ayer, estaba acompañado por Eduardo Dolón, Concejal de Cultura, Manuel Martínez Rocamora, Párroco de la Inmaculada y Julia Villa García, Doctora en Pedagogía y María Daniela Biló Repetto, consagrada seglar que está preparando la tesis doctoral, y el tema a tratar fue la FE con el lema Creer es Crear.

La virtud de la fe nos remite a la experiencia de la creencia, a la aventura de creer. Creer no es por tanto un modo de evadirse de la realidad, sino precisamente el modo más personal de afirmar la misma realidad. Ante ella, la persona se siente necesitada y concernida. La hace suya al afirmarla y la proclama como inevitable y admitida.

¿Qué es la Fe? Creer lo que no vemos. Confiarse. La Fe es un don de Dios y exige una tarea, hay que alimentarla.

También se trataron los siguientes apartados:

1. Estructura Antropológica del acto de creer (La Fe como aceptación de la verdad, La Fe como entrega de las personas, Creencia y diálogo, y Creer en Comunidad).

2. Mensajes sobre la Fe (“Si no creéis, no tendréis fundamento”, “Dichosa tú que has creído”, “Tu Fe te ha salvado”, “Creo pero aumenta mi Fe”, “Sé de quien me he fiado”,…

3.- Fe y responsabilidad moral (Implicación Fe-compromiso en el Nuevo Testamento, Tentaciones y pecados contra la Fe, Responsabilidad ante la Fe, y Creer, obrar y testimoniar).

Después de que impartieran su ponencia Julia y Daniela, y para concluir D. José Román nos pidió que reflexionásemos sobre:

Creer en Dios Padre Todopoderoso es saber que las cosas son hermosas, que la rosa y la tormenta tienen un sentido y que el dolor nunca es inútil, es negarse a aceptar que la belleza sea sólo una nostalgia y que la justicia sea sólo una palabra que luce bien en los discursos, es aceptar y proclamar que las cosas fueron hechas para el hombre y no el hombre para las cosas, porque el proyecto del Dios creador es un plan de amor para sus hijos, es saber que la historia tiene un sentido sólo en Dios y nunca en otras metas, y que podemos y debemos ser libres ante tantos ídolos que nos reclaman adoración, es aceptar gozosamente nuestra tarea de colaboradores en esta creación y de soñadores activos en la nueva y definitiva creación, es proclamar nuestra esperanza en un cielo nuevo y una nueva tierra, en los cuales habiten la justicia, la paz y la ternura, es aceptar que su paternidad nos una en la fraternidad, que no habrá hermanos mientras no reconozcamos el rostro del un Padre común y reconciliador, es protestar que nadie pueda ser olvidado y proscrito, utilizado y vendido ante el rostro de un Dios y Padre, que derriba del trono a los potentados, es confesar que hemos sido llamados a vivir y a convivir, a orar y a trabajar, a contemplar y a aceptar, a recibir y a entregar: es decir a entregarnos.