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Fútbol de 3ª: Catarroja, 1; Torrevieja, 3

… Tan pobre y mísero estaba…

Foto de archivo

Foto de archivo

Cronica de Antonio Sala Buades

Después de las pertinaces tribulaciones en el estadio Nelson Mandela, de los desplazamientos estamos recibiendo en esta segunda vuelta la principal fuente de puntos, todavía escasa para lo que queda de lucha. La victoria en Catarroja, ante un colista que no obstante venció seis días antes en el feudo del líder —este campeonato empezó loco y terminará loco—, era imprescindible para mantener las espadas en alto de cara a la permanencia. Objetivamente hablando, y sin dejar de respirar al menos durante una semana, todavía no hemos hecho nada importante, y por tanto habrá que aplicarse para el futuro inmediato y decisivo, a ver si de una vez por todas la moneda cae de cara en casa y a la espera de jugarnos la vida contra rivales directos en las tres jornadas finales. El salto de calidad, la justa para escapar de la quema, estribará en no caer en antiguos y repetidos vicios. A este equipo le falta convencerse, creer en sí mismo y, sobre todo, ofrecer a sus sufridos aficionados un partido dentro de los cauces normales, sin sobresaltos ni piruetas retorcidas de la fortuna.
Ateniéndonos a la trayectoria del Catarroja en su campo —no tanto a su sorprendente último resultado en Novelda—, con el recuerdo fresco del 0-5 que le endosó el Crevillente, este compromiso se presentaba más que propicio para la cosecha. El campeón del pasado ejercicio, que probablemente acabe éste como farolillo rojo, está completando la campaña con deportividad no exenta de entusiasmo, si bien apagado por el destino inminente. De ahí que aún sea capaz de dar algún susto, aunque no ante su público. El Torrevieja tenía que aplicar el borrón y cuenta nueva, aparcar las penas y —el fútbol es incompatible con la misericordia— seguir hundiendo a un casi descartado ya para quedarse en Tercera División. Y pronto tuvimos constancia de los motivos de cuanto les hemos contado. A pesar de que los blanquiazules trataron de atacar y llevaron la iniciativa en momentos concretos, estrellarían en el travesaño —el a la postre goleador Juanma— su mejor ocasión de adelantarse en el marcador. Hasta entonces, el Torrevieja había estado a la expectativa y sólo había apuntado peligro con sendas internadas de Luis Carlos y Koeman, bien resueltas por Álex.
Pero los acontecimientos, en su afán de ensañarse con el débil, tienen trazada una línea fatal de la que no suelen desviarse. Dos golpes francos ejecutados por Dani Meseguer —el primero, rematado por Luis Carlos— con circunstancias singulares pusieron en clara franquía al Torrevieja, que en este choque era el que aprovechaba las limitaciones del rival, además de encontrarse con esa pizca de azar favorable tan necesaria para salir de atolladeros semejantes. El Catarroja, que no cejó pese a la adversidad, volvería a acusar sus carencias. La zaga salinera se desenvolvía con cierta tranquilidad, aunque dos goles de ventaja nunca la proporcionan completa. De hecho, al comienzo de la segunda mitad el Torrevieja estuvo encerrado en su área; al principio, sin demasiados apuros por la palmaria precariedad de las evoluciones locales, pero luego se acusó falta de expedición para alejar los balones del área. Tras un largo asedio, con segundas y hasta terceras opciones de centro, en un saque de esquina —por cierto, contamos nueve sobre nuestra portería en este periodo—, los de Jero López acortarían distancias con la ilusión de tener media hora por delante.
Ni que decir tiene que en ese momento se nos venía el mundo encima. Pero los citados acontecimientos saldrían otra vez, y en cuanto se sacó de centro, en castigo del más enclenque. Gasch devolvió la ventaja de dos tantos, de una manera que nos hacía suponer que el Catarroja entraría poco menos que en trance de rendición. Por supuesto, no sería así, aunque se adivinaba una desmoralización comprensible. Mientras mantenía el orden en defensa y cortaba o despejaba los centros que le llegaban, el Torrevieja se las arregló para lanzar varios contragolpes que debieron haber ampliado la ventaja. Con Koeman como estilete y creando inquietud hasta en solitario contra los dos centrales, las ocasiones fueron acumulándose sin que se sumara el cuarto en nuestro casillero. Koeman por dos veces y Luis Carlos en una magnífica acción personal, amén de otras en que no se dio el pase letal, tuvieron a su alcance quitar la escasa emoción que le quedaba al resto del encuentro. Y si todavía le quedaba alguna, se debía a lo que hemos visto tantas veces este año.
Sin embargo, los papeles continuaban rigurosamente adjudicados y no habría permuta. Los valencianos bajaban en intensidad y en ánimo mientras los visitantes contemporizaban con unos minutos que les sobraban. Presenciamos unas cuantas idas y venidas, a causa de que los primeros nada tenían ya que perder. La premiosidad o el conformismo del Torrevieja —no exijamos situaciones que acarrearían riesgos inútiles— lo dejaron con el 3 en su casillero, suficiente para traerse la victoria, que sólo es un paso de los que falta por dar. Con el relajante —nunca nos fiamos— pitido final, cobraron más fuerza en nuestro pensamiento las famosas espinelas de Calderón de la Barca, pues —sin considerarnos sabios en absoluto— detrás de nosotros descubrimos a otro recogiendo las hojas que dejábamos. Pero de nada servirá este buen trabajo si no dejamos detrás como mínimo a cuatro competidores. En esta liga tan particular, y en estos dramáticos derroteros, nuestra alegría depende de la tristeza de otros tres contrincantes. Seguiremos mirando, por vienen detrás recogiendo nuestras marchitas hojas. De momento, hemos atravesado la barrera psicológica de los cuarenta puntos. Como los cálculos más pesimistas —pero no los menos atinados— deducen que habrá que cruzar la siguiente, que no decaiga la concentración.

Catarroja: Álex, Benja, Esteban (Guille 84’), Gozalbo, Pepe Pla, Jon (Óscar 69’), Granero, Juanma, Serra, Jordi y Floro.

Torrevieja: Tur, Vicente Boix, Juanfran, Rafa, Dani Meseguer, Abel (Burguillos 53’), Cuco Ros (Guillem 84’), Cuco Ros, Manu Amores, Luis Carlos (Sergio Manjón 75’), Gasch y Koeman.

Árbitro: Miralles Selma, de Valencia, auxiliado por Canelles Egea y Jordán Ribes. Amonestó a los visitantes Manu Amores y Burguillos.

Incidencias: Las nueve visitas del Torrevieja a Catarroja han tenido lugar en sábado. Joserra, sancionado por dos partidos tras su expulsión en la jornada anterior, dirigió a su equipo desde la grada, cerca del banquillo. Koeman estrenó capitanía en el campo de uno de sus antiguos equipos. Es la tercera victoria del Torrevieja esta segunda vuelta, todas fuera de casa; el Catarroja sólo ha ganado un encuentro en su estadio (3-2 al Saguntino, jornada 18) en este campeonato.

Goles: 0-1, 26’: Luis Carlos recoge desmarcado en el área un rebote de la barrera a lanzamiento de golpe franco de Dani Meseguer y tira cruzado. 0-2, 38’: Dani Meseguer saca un golpe franco centrando con efecto interior sobre la frontal del área pequeña, entran varios rematadores pero ninguno toca el balón, que tras botar se cuela por el otro palo. 1-2, 59’: Juanma cabecea en el segundo palo un saque de esquina de Jordi, tras la salida en falso de Tur. 1-3, 60’: Gasch recoge en el área, escorado a la derecha, un rebote en la defensa tras un intento de penetración de Luis Carlos y dispara cruzado por debajo del cuerpo de Álex.


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