El acto de inauguración y bendición del nuevo camarín de la Inmaculada Concepción celebrado ayer, contó con un elemento fundamental que todos elogiaron por su belleza. Se trata de las puertas exteriores que cierran el camarín a la vista de los fieles y con las que anteriormente no contaba.
Según los responsables de la Purísima, la función de las puertas tendrá lugar cuando la Virgen esté ausente del camarín, n algunas de sus salidas procesionales al cabo del año o cuando esté recibiendo a los fieles que suban al camarín a visitarla.
Dichas puertas de madera cuentan con unas dimensiones de 280 x 155 cm y han sido pintadas al óleo por el pintor y escultor torrevejense Víctor García Villalgordo. La escena muestra cuatro querubines que revolotean entrepaños y nubes la gloria celestial, entre motivos marianos, uno de ellos derrama rosas como símbolo de su pureza, otros rodean una filacteria alusiva a la Encarnación del Verbo (¡He aquí la esclava del Señor!) y otro sostiene una corona en alusión a la realeza de la Virgen.
Este último atributo, así como el anagrama de María, que constituye el eje central de todo el conjunto, llevan aplicaciones de pan de oro, en el primer caso realizadas sobre estuco en relieve, labor que ha corrido a cargo del dorador Carmelo Navarro Gil de Orihuela, aunque afincado en Torrevieja.
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