Pilar Legua expone sus avances en el uso del dragado de puertos como sustrato para el cultivo de frutales
Antonio Sala Buades
El jueves 22 de septiembre, a las 20.00 horas, en el Centro Cultural Virgen del Carmen, tuvo lugar la segunda conferencia del XIV Ciclo «Torrevieja y el Mar», con la que se cerraba la edición de 2022, organizada, como cada año, por Ars Creatio. Al acto, presentado por la doctora María Luisa Molina, miembro de la directiva, asistió el concejal de Educación, Ricardo Recuero.
Al comienzo, le fue entregada una metopa, por la presidente de Ars Creatio, Josefina Nieto, a Joaquín Carrión, por su labor informativa desarrollada en toda la ciudad, y por su disposición y amabilidad demostrada siempre con la citada asociación cultural.
Pilar Legua dedicó su ponencia a los «Sedimentos de puertos marinos como sustrato de frutales». Los materiales de dragado tienen su origen en la creación y mantenimiento de infraestructuras para el transporte marítimo. La necesidad de canales de navegación más profundos para barcos más grandes exige procesos periódicos de dragado, es decir, extracción del material acumulado en los fondos marinos.
Se llevan a cabo dragados de mantenimiento (conservan la profundidad) y de ampliación (por aumento de la infraestructura portuaria). Las operaciones incluyen las fases de extracción, transporte y vertido, y su reaprovechamiento viene condicionado por determinadas características del material. El sedimento está compuesto por partes orgánicas e inorgánicas, y su flujo continuo (varios millones de metros cúbicos anuales) requiere una eliminación muy costosa. Además, suelen tener contaminantes como metales pesados e hidrocarburos.
La turba es el sustrato agrícola más utilizado por sus propiedades físico-químicas. Entre sus inconvenientes, es un recurso no renovable, y se importa del norte de Europa a altos precios. De ahí el aumento de la investigación para adaptar sustratos que puedan sustituirla, determinando propiedades adecuadas. La ponente habló del ejemplo reciente de La Palma, que a causa de la erupción volcánica requiere nuevos sustratos para que en la zona puedan prosperar los cultivos.
A continuación, contó su apasionante experiencia en el proyecto Life SubSed, resultado de otros muchos anteriores. Financiado con más de 1’7 millones de euros por la Unión Europea, partió del puerto italiano de Livorno, uno de los mayores del Mediterráneo. En este proyecto participa la Universidad Miguel Hernández, así como institutos tecnológicos y empresas de España e Italia.
Después de recoger y tratar los sedimentos, éstos se emplean como sustrato natural y ecológico en el crecimiento de árboles frutales y plantas ornamentales. Detalló las fases de su trabajo en el cultivo de granados, fresas y, actualmente, limones, con estudios de todo tipo sobre las frutas obtenidas, incluyendo la percepción por los consumidores. Uno de los resultados de estos estudios sostiene que una combinación al 50% entre turba y sedimento marino es la más favorable para estos frutales.
De esta forma, Pilar Legua y su equipo están consiguiendo que un producto de desecho que genera serios problemas ambientales y costes en su transporte, gestión y almacenamiento, pueda ser destinado a un uso comercial que abarata y favorece el cultivo de frutales. Por este motivo, y dados los estudios que concluyen su viabilidad y beneficios, la Unión Europea está considerando cambiar el marco regulatorio para permitir este uso.
Al término de la charla, subieron al escenario Ricardo Recuero, concejal de Educación, y Josefina Nieto, presidente de Ars Creatio. Pilar Legua recibió el logo salado de la asociación, como recuerdo y agradecimiento por su participación en este ciclo de conferencias.
En esta segunda conferencia de «Torrevieja y el Mar», se nos ha demostrado que de éste puede aprovecharse todo, incluso sus desechos. Quién sabe si, en el futuro, nuestra ciudad seguirá recibiendo —aun de esta manera tan peculiar— los favores del mismo mar gracias al cual nació. El ciclo de la vida en su eterno traslado, de la tierra al agua y viceversa, para renovarse perpetuamente. Y en su ayuda, constante, tenaz —y casi siempre callada—, la investigación científica.
Pilar Legua Murcia
Ingeniero técnico agrícola por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) e ingeniero agrónomo por la Universidad Miguel Hernández (UMH). Máster internacional en Citricultura por la UPV y doctor ingeniero agrónomo por la UMH. En el año 2000, la doctora Legua comenzó a trabajar en el Departamento de Producción Vegetal y Microbiología de la UMH, y actualmente es profesora titular de Universidad (2019). Imparte docencia tanto en grado como en máster. Desde 2018, es directora del «Máster Oficial en Técnicas Avanzadas de Investigación y Producción en Fruticultura». Pertenece al grupo de investigación consolidado «Técnicas de fruticultura y producción». Durante su carrera ha participado en más de 24 proyectos tanto a nivel nacional como internacional, así como en más de 25 contratos de I+D con empresas del sector agroalimentario. Su producción científica está avalada por más de 100 artículos en revistas de alto impacto internacional, además de dos patentes, una de ellas en explotación. Tiene el premio de la Diputación Provincial de Alicante al mejor TFC, premio a la Excelencia docente durante todos los años del Docentia, ocho años, y premio a la Productividad Investigadora durante cuatro años. Su investigación se centra en la caracterización de nuevas variedades y portainjertos de frutales, especialmente cítricos y frutales menores. Actualmente colabora con diversas instituciones nacionales e internacionales, como las italianas Universidades de Florencia, Parma y Catania. La doctora Legua es la investigadora responsable y coordinadora en España del Proyecto Europeo Life Subsed.
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